La economía tarraconense frenó su crecimiento en 2018

La clave, según el Informe de Conjuntura Económica de la URV y las cámaras de comercio, es el descenso en el turismo y las exportaciones en la química 

01 marzo 2019 16:11 | Actualizado a 01 marzo 2019 16:13
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Moderado optimismo y un toque de atención de realismo. Estos adjetivos podrían servir para resumir las conclusiones del Informe de Cojuntura Econòmica del Camp de Tarragona i les Terres de l’Ebre, elaborado por la URV y las cámaras de comercio de Reus, Tarragona, Tortosa y Valls, que ayer fue presentado en la sede la entidad cameral reusense.

El estudio revela, tal y como explicó el profesor de Economía de la URV, Joaquim Margalef, que «la economía de nuestra zona es abierta, y los dos elementos esenciales que influyen en su ciclo económico son el turismo y la química». Por lo que respecta al ejercicio de 2018, estos dos elementos registraron indicadores a la baja, por lo que respecta al número de pernoctaciones en el turismo, y de exportaciones, en la química. Esto, recordó Margalef, «ha tenido consecuencias en el mercado de trabajo, las rentas y la actividad de servicios». 

Todo ello ha provocado que el dinamismo del crecimiento de la zona sea inferior al que se puede dar en las economías española y catalana, de media, del 2,5% en la primera y unas décimas superior en la segunda.
Por lo que respecta al paro, el número de personas ocupadas en Tarragona se ha mantenido estable respecto a los datos de finales de 2017 y solamente se ha incrementado en 700 personas. Este dato supone una variación del 0,2%, una cifra muy inferior a la que se registró el ejercicio anterior.

El presidente de la Cambra de Comerç de Reus, Isaac Sanromà, recordaba ayer que «la debilidad en la creación de ocupación nos lleva a continuar con una tasa de paro muy elevada (15,7%), dada la estabilización de la población activa y el hecho de asumir la combinación por parte de la oferta laboral de la temporalidad y la eventualidad». Esta tasa de paro en el último trimestre de 2018 ha sido superior a la media española en casi un punto, y a la catalana en 3,62 puntos. También cabe destacar que el número de contratos laborales aumenta de manera notoria en la zona. A pesar del peso de la contratación temporal, ha aumentado la indefinida, aunque ésta evoluciona más rápido en el conjunto de Catalunya. La temporalidad es una de las particularidades del mercado laboral de la zona.

El informe concluye que el potencial real y el esfuerzo de diversificación y modernización que debe plantearse en la economía de la zona no ha tenido para el 2018 la dosis de optimismo necesaria para tomar decisiones.

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