La emergencia climática desde la perspectiva empresarial

Ninguna empresa que se proyecte al futuro puede ignorar el cambio climático

29 noviembre 2021 08:05 | Actualizado a 29 noviembre 2021 08:11
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¿Cuál es el riesgo de no tomarse en serio la emergencia climática? La respuesta no es evidente, pues los impactos del cambio climático dependen de cada lugar y del horizonte temporal que tenemos en cuenta. Ello hace que la respuesta de las empresas a la emergencia climática sea difícil de calibrar y planificar, dependerá mucho del sector, de la cadena de valor, de la ubicación, etc. Aun así, ninguna empresa que se proyecte al futuro puede ignorar los riegos climáticos y no puede dejar de contribuir al proceso hacia la neutralidad climática de nuestra economía, por muchos motivos.

Pero las ramificaciones de la emergencia climática son muchas y a veces poco evidentes

La emergencia climática puede afectar a las empresas de muchas formas, directamente e indirectamente. La forma más evidente es por causas muy directas, como la posibilidad de daños a las infraestructuras por inundaciones u otros fenómenos meteorológicos extremos, pero también por un aumento de los costes de producción relacionados con el aumento de temperatura o el encarecimiento de la energía.

Pero las ramificaciones de la emergencia climática son muchas y a veces poco evidentes, pudiendo afectar a muchos aspectos de la cadena de valor. Por ejemplo, una sequía que afecte a regiones productoras de grano puede poner en peligro el suministro de materias primas para la industria agroalimentaria y otras industrias, afectando a la disponibilidad y precio de los piensos o de productos básicos como el pan o la carne, algo que ya ha ocurrido y que se acentuará en el futuro. 

Otro ejemplo, una inundación extrema en Bangladesh puede afectar la producción del sector textil. A medio plazo, la subida del nivel del mar va a afectar gravemente la industria turística en la costa. 

Por ello, el ejercicio de que cada sector y empresa analice sus riesgos climáticos es imprescindible. Todos nosotros, incluyendo las empresas, debemos contribuir a la mitigación del clima, a reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero para acercarnos lo más rápidamente a la neutralidad climática.

Contribuyendo a la neutralidad climática, las empresas son más eficientes, están más alineadas con la sociedad

No podemos pretender simplemente adaptarnos al cambio climático (que también), hay que atacar la causas. El tiempo se agota y los crecientes daños pueden ser catastróficos para nuestra economía y para nuestras vidas. Además, contribuyendo a la neutralidad climática, las empresas son más eficientes, están más alineadas con la sociedad y mejor posicionadas en el mercado.

¿Cuál es el valor añadido para una empresa que se posicione en relación a la emergencia climática? A menudo es difícil de cuantificar, pero seguro que es significativo, real y creciente. Lo podemos plantear al revés: ¿Cuál es el precio que pagaran las empresas por no posicionarse frente a la crisis climática? ¡Seguramente éste es el riesgo más elevado para las empresas! En cualquier caso, existen cada vez más métodos para analizar cuáles son los costes y beneficios para las empresas que quieren ser más resilientes al cambio climático.

La verdadera resiliencia implica no sólo una capacidad de adaptación a condiciones adversas, sino también una comprensión de las causas de esta adversidad y una acción decidida para reducir los factores que la provocan. Debemos destinar recursos a diseñar soluciones tecnológicas y sociales que nos permitan transformar la economía, evolucionando hacía la circularidad como alternativa al modelo actual de producción y consumo.

Con este objetivo trabaja el Centro en Resiliencia Climática, liderado por el centro tecnológico Eurecat y constituido por un núcleo impulsor de diez instituciones, entre las que se encuentra la Universitat Rovira i Virgili, el Ayuntamiento de Amposta y el Gobierno de la Generalitat de Catalunya.

Carles Ibáñez Martí es director Científico del Centro en Resiliencia Climática y Coordinador de la Línea de Cambio Climático de Eurecat

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