La empresas eluden los ERTE en esta segunda ola para poder despedir

Prefieren no acogerse a sus beneficios ya que tendrían que esperar seis meses para aplicar un ERE, algo que muchas ya se están planteando

13 noviembre 2020 06:50 | Actualizado a 13 noviembre 2020 07:00
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La segunda ola del coronavirus ha cogido a muchas empresas bajo mínimos. Su capacidad de aguante y fortaleza no es la misma que la que tenían la pasada primavera, cuando llegaron con cierta resistencia tras unos años de bonanza económica. El confinamiento de los meses de marzo y abril supuso un duro golpe a sus cuentas y este rebrote puede ser la estocada final. Además, a esto se le suma la incertidumbre de qué pasará: hasta cuándo durará esta pandemia, si podrán seguir acogiéndose a los ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) después de enero, si el Gobierno pondrá en marcha nuevas ayudas...

Todo esto está provocando que muchas compañías, pese a estar sufriendo los efectos de esta segunda ola, opten por no acudir a un ERTE como sí hicieron en el primer confinamiento para poder realizar despidos e incluso aplicar un ERE. Porque disfrutar de los beneficios que ofrecen estos expedientes ocasionados por la Covid-19, como son las exoneraciones de las cuotas a la Seguridad Social, tiene una contrapartida: la prohibición de ajustar plantilla durante seis meses.

Desde octubre

Y precisamente ahora en noviembre termina para muchas de ellas el periodo impuesto por el Ejecutivo de mantener a todos sus trabajadores, ya que el reloj comienza a contar no cuando terminen el ERTE, sino cuando hayan reactivado al primer trabajador, aunque sea solo uno, por lo que tienen vía libre para una reestructuración (incluso algunas ya el mes pasado). Si ahora volvieran a acogerse a alguno de los nuevos expedientes puestos en marcha en octubre, el reloj volvería a iniciarse y tendrían que esperar otros seis meses más para poder despedir, con lo que lo tendrían vetado hasta la primavera.

«Las empresas no están recurriendo a los ERTE», admite el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, que considera que fue una «buena medida» que ayudó a que casi cuatro millones de trabajadores no perdieran su trabajo, pero que ahora se ha quedado «obsoleta». De hecho, a falta de datos oficiales sobre el número de empresas y trabajadores acogidos a esta nueva oleada de ERTE, lo que sí se sabe es que el número de expedientes por fuerza mayor o por causas organizativas y de producción (ETOP) ha disminuido sensiblemente, pese a estar ahora en plena segunda ola.

Desde Cepyme consideran que esta pérdida de vigor de los ERTE se debe, además de a esa obligación de mantener el empleo que muchas empresas ahora no pueden afrontar, a que no se han aprobado por un largo periodo de tiempo como en otros países como Alemania, lo que genera una gran incertidumbre.

Además, se lamentan de que en la actualidad es la única medida que tienen las empresas para contener el gasto y aseguran que los ERTE por sí solos no pueden funcionar, ya que tienen que ir acompañados de otra serie de ayudas, como moratorias en los alquileres, más líneas de créditos ICO, rebajas de impuestos... «Las empresas nos enfrentamos a una segunda ola sin red», denuncia el líder de las pequeñas y medianas empresas.

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