La escasez de litio, ¿un obstáculo para el avance de la movilidad eléctrica?

Este metal es esencial para la fabricación de baterías. Con los continuos cuellos de botella, también ha entrado en “déficit perpetuo” y podría traer importantes consecuencias. 

25 diciembre 2021 08:34 | Actualizado a 25 diciembre 2021 08:37
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Cuando todavía no ha finalizado siquiera la crisis generada por la escasez de microchips, siguen apareciendo nuevos cuellos de botella que pueden afectar al automóvil. En esta ocasión, hablamos de la escasez de litio. Según apuntan distintos expertos, el déficit de este material podría afectar al proceso de electrificación que vive la movilidad y que se acentuará en los próximos años. 

Tal es la dependencia del coche eléctrico de este material que según afirma Credit Suisse en un reciente estudio, la demanda de litio se triplicará hasta 2025. Y no es la única institución que así lo afirma. El Banco Mundial señala que las necesidades de la automoción de este metal se van a multiplicar por cinco para lograr los objetivos de descarbonización previstos para 2050. 

El incremento notorio de la demanda traerá consigo un aumento del precio. Este ya es una realidad en China con crecimientos del 313% en el carbonato de litio y del 68% en el hidróxido de litio en el último año. Según recoge Nius Diario, la entidad bancaria Macquarie indica que “creemos que el mercado del litio se establecerá en un déficit perpetuo en el largo plazo” y también que ese déficit “se incrementará a partir de 2027 de forma destacada”. 

De tal forma, son muchas las compañías que ya están tejiendo acuerdos para garantizar el suministro de este importante material. Algunos ejemplos son Renault (entre 26.000 y 32.000 toneladas en seis años a partir de 2026), Stellantis (entre 81.000 y 99.000 toneladas en cinco años a partir de 2026) y Volkswagen (cinco años a partir de 2026 de una cantidad no desvelada). 

Se desconoce las consecuencias de esta escasez

A pesar de ello, aún no se sabe con certeza cuáles serán las verdaderas consecuencias de este escenario que se puede generar en los próximos años. Entre otras acciones para evitarlo, se encuentra la mejora técnica de las baterías y del resto de sistemas eléctricos del coche. 

El objetivo pasa por reducir el número de materiales necesarios para su correcto funcionamiento. Además, se barajan otras opciones como el reciclaje de baterías, aunque, por el momento, son panoramas lejanos. 

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