La industria química mira al futuro

El sector se propone seguir avanzando en la especialización y el alto valor añadido

26 marzo 2021 11:03 | Actualizado a 15 abril 2021 12:58
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La vorágine de cambios y disrupciones que nuestra sociedad ha experimentado en los últimos años, y que continuará experimentando cada vez a mayor velocidad, exige de las organizaciones una mayor capacidad de adaptación y respuesta. Cambios tecnológicos, de expectativas sociales, de emergencia medioambiental… 

Adaptar el rumbo del sector químico de Tarragona a esa nueva realidad, que de algún modo queda reflejada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, era sin duda la principal ambición de la AEQT a la hora de configurar su nuevo Plan Estratégico, toda vez que el anterior, en vigor desde 2017, expiraba en 2020.
A esa necesidad, que justificaba por sí sola una nueva hoja de ruta para la industria, se añadieron los desafíos que planteó el año 2020. Tanto los derivados de la pandemia, como especialmente aquellos surgidos a raíz del accidente que tuvo lugar en el polígono Sur. La asociación intensificó el año pasado sus esfuerzos, que siempre habían sido notables, por escuchar al territorio y conocer de primera mano sus inquietudes, demandas, sugerencias... para tenerlas en cuenta en su nuevo horizonte.
Una tercera fuente, tan vital como las otras dos, a la hora de confeccionar el nuevo Plan Estratégico de la AEQT, ha sido la propia viabilidad del sector. De nada servirá ningún plan para una industria si, además de trabajar su encaje en el territorio y su adaptación a los nuevos tiempos, no es capaz ante todo de garantizar su propia supervivencia. 
De ahí que, en el nuevo Plan Estratégico AEQT 2021-2023, también ocupe un papel central todo aquello relacionado con la competitividad de la industria y con su capacidad de continuar operando y aportando valor a los trabajadores y trabajadoras, a sus clientes, y a la sociedad del entorno.

No sólo destacan en este ámbito todas las cuestiones vinculadas al hidrógeno renovable como vector energético del futuro, que obviamente es una de las prioridades y grandes proyectos que recoge el Plan, sino también otras más urgentes que incomprensiblemente continúan pendientes, como la necesidad que tiene el territorio de contar con infraestructuras adaptadas a sus dimensiones y necesidades, o el retraso en la implementación de las redes cerradas de distribución eléctrica, que sigue pendiente de un reglamento que las haga posibles.

En materia de competitividad, el sector también mira hacia adentro, y se propone seguir avanzando en la especialización y el alto valor añadido como activos diferenciales en mercados cada vez más globalizados, mediante una apuesta aún más decidida por la investigación, el desarrollo, la innovación, el talento, la tecnología...

Todo ello confluye en este nuevo Plan Estratégico de la AEQT, la respuesta consensuada del sector a los retos que tiene ante sí. En esencia, la historia de la industria química en Tarragona es una historia de suma de esfuerzos y de proyectos colectivos, que la han acabado convirtiendo en una historia de éxito. Los ejemplos de sinergias e iniciativas conjuntas son múltiples, y la propia AEQT es seguramente el más paradigmático de todos ellos. El Plan Estratégico también lo será.

Esfuerzo conjunto no sólo puertas adentro, contando con el apoyo y la implicación de todas nuestras compañías asociadas, sino también puertas afuera: tejiendo y reforzando alianzas con el territorio y los diferentes agentes que lo conforman. Porque ni la AEQT ni el sector petroquímico tienen razón de ser si no es desde su vocación de agente implicado y comprometido con el territorio: comprometido con el progreso del Camp de Tarragona, con su desarrollo seguro y sostenible, y con la mejora de la calidad de vida de las personas que viven en él.

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