La relajación de las medidas restrictivas también supone un alivio en la cola del paro

El desempleo bajó en 1.312 personas en marzo gracias, en parte, a la creación de puestos de trabajo por la hostelería. En un año de pandemia ha crecido sin embargo en 10.000 personas

07 abril 2021 04:50 | Actualizado a 07 abril 2021 09:28
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La provincia de Tarragona cuenta, a día de hoy, con 61.580 personas en paro, 10.067 más que el mismo mes de marzo del año pasado, justo cuando se declaró la pandemia de la Covid-19. A pesar de estas malas cifras, las que se conocieron ayer del mes de marzo, por parte de los Ministerios de Trabajo y de Seguridad Social, convidan al optimismo, ya que el mes pasado el paro se redujo en 1.312 personas en la demarcación (-2,09%) en comparación con febrero, rompiendo de esta manera la tendencia al alza de los últimos meses.

Del total de parados que hay en la provincia de Tarragona, 27.163 son hombres y 34.417 mujeres. El sector servicios encabeza el ranking por sectores, con 43.952 inscritos en Tarragona, seguido de la construcción (5.245), la industria (5.101) y la agricultura (2.990).

Por lo que respecta al número de afiliados a la Seguridad Social, en marzo se incrementó en 2.257, un 0,76% más, hasta los 300.981. En cifras interanuales, el incremento es de 1.275 personas (+0,43%), siendo Tarragona la provincia catalana con mejores registros.

A nivel de España, las cifras del mercado laboral que deja marzo han supuesto un cierto alivio e incluso un motivo para la esperanza al ser mejores de lo previsto: se ha conseguido crear empleo, y con especial protagonismo para el empleo indefinido, se han reincorporado a sus puestos un número significativo de trabajadores en ERTE y el número de desempleados ha vuelto a caer después de cinco meses al alza, situándose de nuevo por debajo de la barrera de los cuatro millones.

Sin embargo, un año después de que la pandemia de la Covid-19 atacara prácticamente por sorpresa el país, las consecuencias que aún deja en un mercado laboral que ya de por sí era endeble son demoledoras: 400.000 parados más, casi 86.000 empleos menos (330.000 si se compara con febrero de 2020), cerca de 750.000 personas afectadas aún por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y 440.000 autónomos en cese de actividad.

Y es que en apenas 50 días se destruyeron casi un millón de puestos por culpa del coronavirus, un desplome que nunca antes se había producido y del que será difícil aún recuperarse, aunque se han recobrado casi 670.000 afiliados desde el pasado mes de mayo, cuando se registró el punto más bajo tras el impacto de la pandemia, según destacaron desde el Ministerio de Inclusión.

Menos restricciones

Y marzo ha contribuido en algo al convertirse en el mejor mes para el mercado laboral desde octubre, y sin haber Semana Santa. La Seguridad Social ha sumado 70.790 cotizantes más de media que en febrero, con lo que la cifra total de afiliados se situó en los 18.920.902.

El alivio de las restricciones adoptadas para frenar la tercera ola de la pandemia ha permitido al mercado laboral recuperar algo de fuelle, aunque es cierto que se trata de una cifra muy inferior a la de otros ejercicios, cuando no había pandemia y las empresas se preparaban para estas vacaciones de Pascua; de hecho, es la menor subida desde marzo de 2013 (sin tener en cuenta el aciago marzo de 2020). Además, se ha conseguido revertir la tendencia de los últimos cinco meses y el número de parados registrados en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) se ha reducido en 59.149, la tercera mayor bajada de la serie histórica y el mejor dato para un mes de marzo desde 2015, según los datos publicados ayer por el Ministerio de Trabajo.

Sector servicios

El incremento del empleo este mes ha sido generalizado en prácticamente todos los sectores. La hostelería lidera la creación de puestos y, tras seis meses de continua destrucción, consigue sumar en positivo con 31.400 afiliados más, pese a estar lejos de los niveles propios del mes de marzo. Dentro de la hostelería destaca la actividad de servicios de comidas y bebidas, responsable del 87% del empleo creado, mientras que los servicios de alojamiento continúan sin sumar cotizantes debido a las restricciones a la movilidad y el turismo.

Por su parte, construcción, educación o administraciones públicas se comportan en línea con su estacionalidad, anotándose incrementos significativos, de 15.000, 8.600 y 5.800 efectivos más, respectivamente. Las únicas excepciones son sanidad, que pierde 3.300 afiliados, y actividades profesionales, con 100 efectivos menos, sectores que suelen arrojar datos positivos en el tercer mes del año.

Menos trabajadores en ERTE

Mucho mayor ha sido el descenso del número de trabajadores afectados por un ERTE: casi 156.000 menos solo en marzo (según la fecha de notificación), pese a que aún se ha mantenido la prohibición de moverse entre comunidades autónomas, lo que ha impedido a los españoles disfrutar de las vacaciones de Semana Santa, y ciertas restricciones en la hostelería. Con esta caída del 17%, el número de afectados por un ERTE se reduce hasta las 743.628.

Desde el momento más agudo de la crisis, en abril de 2020, se ha producido un descenso de 2,9 millones de personas en ERTE, según fecha de alta, lo que supone un recorte de casi el 80%.

Existe una gran concentración sectorial en el número de trabajadores en ERTE, hasta el punto de que una tercera parte de esos 750.000 afectados corresponde a servicios de comidas y bebidas. Los sectores con mayor porcentaje de trabajadores en ERTE son las agencias de viajes, los servicios de alojamiento y actividades de juegos de azar y transporte aéreo.

Geográficamente, también se da una importante concentración en las zonas con mayor actividad turística, con Canarias y Baleares a la cabeza.

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