La transformación digital obligará a redefinir tanto las relaciones laborales como la educación de los jóvenes y la formación de los trabajadores si España quiere contar con una economía sólida y empleos bien remunerados, aunque aún no está claro cómo será el marco laboral del futuro.
Éstas son algunas de las conclusiones de la jornada ‘Cómo avanzar a través de la innovación’’, organizada por la Fundación SEPI, que inauguró ayer el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
La exministra de Ciencia e Innovación Cristina Garmendia, actual presidenta de la Fundación Cotec y miembro del patronato de la Fundación SEPI, reconoció que es difícil anticipar cómo será el futuro del empleo a medida que avancen la transformación digital y la robotización.
A modo de ejemplo, señaló que el modelo del futuro podría ser repartir el empleo, con lo que todos trabajaríamos menos, o que sólo trabaje una parte de la sociedad y el resto cobre una renta básica.
Lo que sí está claro, dijo, es que buena parte de las tareas actuales se pueden automatizar, en torno al 50 % según un informe de Cotec y McKinsey.
«Todo lo predecible lo puede hacer mejor un algoritmo», apuntó.
De momento, este panorama sólo preocupa moderadamente a los trabajadores actuales: el 67 % de los españoles cree que la robotización eliminará muchos empleos, «pero no el suyo».