Laia Pellejà «Queremos que la Catalunya Sud sea el 'Hydrogen Valley' del sur de Europa»

Entrevista a Laia Pellejà, directora Administrativa y de Comunicación del Institut Català d’Investigació Química (ICIQ)

07 diciembre 2020 09:39 | Actualizado a 22 febrero 2021 18:45
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Laia Pellejà i Puxeu (Tarragona, 41 años) es desde hace poco más de tres semanas nueva Directora Administrativa y de Comunicación del Institut Català d’Investigació Química (ICIQ), donde ha estado trabajando durante los últimos 15 años en diferentes unidades.

Apasionada de la montaña y de la divulgación científica, donde desde el ICIQ ha liderado y colaborado en programas para hacer llegar la ciencia a toda la sociedad, estudió Química en la Universidad de Bonn (Alemania) mientras compaginaba un programa de formación en Bayer Alemania. Cursó su doctorado en Nanociencia y Nanotecnología en el ICIQ.

Nueva etapa en el Institut Català d’Investigació Química (ICIQ)...
Así es. En julio se ratificó el cambio de dirección en el ICIQ y, desde septiembre, Emilio Palomares es su director, con una línea disruptiva muy centrada en Europa y en la investigación de excelencia. También quedó abierta la plaza de gerencia del ICIQ, que en el caso de este tipo de instituciones recibe el nombre de dirección administrativa, a la que me presenté.

Y obtuvo la plaza.
Llevo poco más de tres semanas en el cargo, tras un concurso público al que acudí con un plan estratégico a cinco años, en línea con el plan del director.

"Lo que llega de Europa es un mundo de oportunidades: es el momento de aprovecharlas e ir todos a una"

Un plan que mira a Europa. ¿Qué oportunidades se abren para instituciones como el ICIQ con la próxima aprobación por parte de la Comisión Europea del Marco Financiero Plurianual 2021-2027 y el instrumento extraordinario ‘Next Generation EU’?
Lo que llega de Europa es un nuevo mundo de oportunidades. En el ICIQ nos hemos propuesto investigar para un mundo mejor, potenciando mucho los requisitos éticos y de excelencia, y nuestro territorio está lleno de oportunidades para eso. Es el momento de aprovecharlas e ir todos a una.

¿De qué manera?
Desde Europa se apostará por la sostenibilidad y la digitalización, dos áreas en las que desde el ICIQ queremos apostar fuerte, solicitando proyectos europeos. Pero además, en el territorio acaba de presentarse la Plataforma Hidrogen Verd Catalunya Sud, liderada por la Universitat Rovira i Virgili (URV) y en la que también participa el ICIQ, junto a más de 40 socios, que abre oportunidades en esa línea.

¿Cómo se concreta?
En el año 2050, en Europa no tiene que haber huella de carbono. Ese es el objetivo a largo plazo. Pero, mediante esta plataforma que se acaba de presentar, antes de 2027 queremos lograr constituirnos como el ‘Hydrogen Valley’ del sur de Europa.

"Muchas empresas del Camp de Tarragona ya producen hidrógeno como parte de sus procesos industriales, pero es hidrógeno gris o sucio: hay que lograr que sea verde"

¿’Hydrogen Valley’?
Es algo que veo posible porque, por primera vez, nos hemos puesto todos de acuerdo en el territorio y vamos a una. Aquí [en la Catalunya Sud] tenemos mucha demanda energética, con lo que es un reto dar el paso hacia ese objetivo sin huella de carbono.

Y el hidrógeno es una respuesta para esos grandes consumos energéticos e industriales. ¿Es así?
En efecto. Pero, concretamente, el hidrógeno verde. Muchas empresas del Camp de Tarragona, entre ellas algunas del polo petroquímico de Tarragona, ya producen hidrógeno como parte de sus procesos industriales, como subproducto. Pero es un hidrógeno gris o sucio. Hay que lograr que sea un hidrógeno verde, que entre en la economía circular.

Para conseguir hidrógeno hay que usar electricidad. Hará falta asegurarse de que esa electricidad no deja huella de carbono...
El hidrógeno se obtiene a partir del agua, y para conseguirlo has de hacer un aporte de energía eléctrica, en efecto. Pero si logras un catalizador que no necesita tanta energía eléctrica y utilizas energías renovables para producir esa electricidad... Tendremos que tirar de energías renovables. Además, en diez o quince años las centrales nucleares tendrán que cerrar, y tendremos a mucha gente que tendrá que reubicarse.

"Si logramos constituirnos en ese 'Hydrogen Valley' del sur de Europa se generarían muchos puestos de trabajo"

En sectores como el hidrógeno y las renovables. ¿Es eso?
Por ejemplo. Si logramos constituirnos en ese ‘Hydrogen Valley’ del sur de Europa, tendríamos que trabajar con un gran capital humano, con lo que se generarían muchos puestos de trabajo que estarían alineados con Europa, y la sociedad tendría que notar un cambio.

El concepto ‘valley’ evoca a la creación de un ecosistema emprendedor de startups. ¿Se contempla?
Por supuesto. Y es algo que también queremos potenciar en el ICIQ, en todas sus áreas. Hasta ahora, nuestro centro se ha basado mucho en la ciencia básica, pero ahora queremos generar también más plataformas tecnológicas y empresas spin-off. La idea de generar nuevas empresas, spin-off y emprendimiento está en el ADN de este proyecto, con la generación de talento y su inclusión en grados medios y superiores, pero también en la formación de los niños y niñas. Es, además, una manera de potenciar que el capital humano no abandone el territorio.

"Generar nuevas empresas, spin-off y emprendimiento está en el ADN de este proyecto"

Habla de niños y niñas. ¿Estamos logrando cerrar la brecha de género en las vocaciones científicas y las carreras STEM?
En el ICIQ queremos ser un centro feminista, porque en el mundo de la investigación hay un techo de cristal. Tengo comprobadísimo que hasta terminada la carrera no hay una diferencia entre chicos y chicas. Además, ser científico es una actitud y, en la carrera, las ciencias cada vez son más transversales. El problema lo tenemos cuando las chicas llegan a la edad de los 30 años.

Maternidad, conciliación, distribución de cargas familiares...
No es algo que nos autoimponemos nosotras, son las ayudas que recibimos. Es la realidad: una reunión de 30 personas en la que solo hay dos mujeres, como tuve yo la semana pasada, da que pensar. Hay que cambiar estas dinámicas, y no estoy hablando de cuotas, porque siempre he pensado que hay que coger al mejor candidato, sino de dar las oportunidades para que pueda llegar todo el mundo hasta ahí.

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