Las ayudas SEPI en el sector Infraestructuras

El sector Infraestructuras se ha visto menos afectado que en la crisis anterior

16 noviembre 2020 08:40 | Actualizado a 22 febrero 2021 18:42
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El 03 de julio se aprobó el RD-Ley de Medidas Urgentes para Apoyar la Reactivación Económica, que incluye la creación de un Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas (el denominado Fondo SEPI). Su objetivo es aportar apoyo público temporal para reforzar la solvencia de empresas no financieras afectadas por el COVID-19 y que se consideren estratégicas para el tejido productivo.

Este fondo tiene carácter de último recurso. Está pensado para empresas no viables sin estas ayudas pero que, obviamente, sí que lo puedan ser a partir de las mismas siendo un recurso que puede llegar a ser más caro (en función de los años que se mantenga la SEPI en la compañía) comparativamente con otras series de instrumentos puestos a disposición de las compañías por el Gobierno como los “préstamos” ICO. A su vez, supone una serie de obligaciones para el accionista e implica, también, la necesidad de presentar un plan de viabilidad que demuestre la capacidad de devolución de las ayudas.

Estas ayudas se articulan a través de instrumentos tales como suscripción de acciones, préstamos participativos, u otras facilidades crediticias, etc. El importe máximo a solicitar es el mínimo necesario para restablecer el patrimonio neto a 31 de diciembre de 2019.
En este sentido en lo que atañe al sector Infraestructuras, esta industria, al contrario que en la crisis anterior, no se ha visto afectada de forma tan significativa como otros sectores, como por ejemplo los relacionados con el turismo -otras veces casi inmunes-, y por ello no ha sufrido un gran impacto en su patrimonio neto.

Es cierto que esta realidad no afecta a todos los subsectores por igual y mientras las constructoras se han visto afectadas -principalmente por la ralentización de los proyectos- pero han mantenido el volumen de ingresos, otros subsectores como las concesiones ligadas al tráfico (con riesgo de demanda) se ha visto más impactadas por reducción de ingresos y es posible que plateen a medio plazo, en función de la duración de la crisis, necesidades de reequilibrio. Pero son las ingenieras las que están sufriendo mucho mas por la paralización de inversión del sector privado que se une a la ralentización de proyectos y entre las cuales ya tenemos ejemplos que han presentado su solicitud de apoyo al Fondo de la SEPI.

En todo caso, si bien el sector Infraestructuras ha demostrado ser muy resiliente en crisis previas manteniendo una capacidad de producción y nivel de empleo muy alto respecto otros sectores a pesar de ser fuertemente castigado, si la crisis persiste, es posible que el impacto en el sector sea mucho más profundo y por tanto deban recurrir al fondo. En este caso, bien hará la SEPI en estudiar a fondo las diferentes peticiones porque pocos sectores hay con tanta capacidad de supervivencia, de viabilidad a medio plazo, de devolver las ayudas y de generar empleo directo e indirecto.

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