Las ayudas a pymes y autónomos esperan la letra pequeña

La falta de desarrollo reglamentario sitúa en el mes de mayo la previsión más optimista para empezar a ingresar fondos

22 marzo 2021 11:34 | Actualizado a 26 marzo 2021 09:15
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Ya ha pasado una semana desde que el BOE publicase el nuevo Real Decreto-ley de medidas extraordinarias de apoyo a la solvencia empresarial, que moviliza 11.000 millones de euros de ayudas para empresas y autónomos, de los cuales 7.000 millones de euros son ayudas directas.

Transcurridos estos días, poco más se conoce de la letra pequeña que debería transformar los grandes titulares en convocatorias tangibles, a las cuales puedan aplicar pymes y trabajadores autónomos. La previsión es que estas ayudas sean gestionadas por cada comunidad autónoma. Nada se ha movido todavía de forma visible en este plano. En el caso de Catalunya, con el añadido de que se encuentra en pleno proceso de formación de Govern.

De ahí que las previsiones más optimistas sitúen en el mes de mayo la materialización de las primeras ayudas, una vez desarrollados los reglamentos que las vehicularán, y a los que les queda un buen trecho por delante. Pendientes de novedades, pymes y autónomos se preparan para tener lista toda la documentación que, previsiblemente, podrían necesitar en el momento en el que se abran convocatorias de ayudas, justo un año después de que nos alcanzase la pandemia global de Covid-19.

Las ayudas en los ERTE vinculados a la Covid-19 han sido hasta ahora la medida de más calado

Las dudas son muchas. Empezando por qué conselleria o agencia pública va a ser su interlocutor, cómo será la forma de presentarse, qué documentación será necesaria o qué criterios se seguirán en caso de que las solicitudes desborden los recursos disponibles.

Pere Cots, director de Consultoria Estratègica i Finançament de Pimec, certifica esta indefinición en la que se manejan hoy pymes y autónomos: «El detalle que tenemos es el que se deriva del Real Decreto-ley publicado hace una semana. Se crean tres grandes grupos de medidas y todos están pendientes de regulación. Dicen que la distribución final la harán las comunidades autónomas, pero sobre esto solo han concretado que 2.000 millones de euros irán a Illes Balears e Islas Canarias. Aquí ya tenemos la primera incógnita, que es saber qué irá a cada comunidad autónoma».

A esa primera incógnita le siguen otras cuantas, a decir de este profesional de la patronal Pimec: «Y si la demanda supera el importe asignado, ¿cómo se hará? Los fondos llegan para lo que llegan. Todo lo que entre es positivo, pero dará para lo que dará».

«¿Qué pasa si las empresas siguen solicitando ayudas una vez agotados los fondos? ¿Se hará un prorrateo entre ellas? Habrá una avalancha de solicitudes -prosigue Pere Cots-, y como no haya suficiencia de importe, ¿cómo se decide? ¿El que llega primero? Entonces podría ser que uno lo reciba todo y el que llegue más tarde no reciba nada».

Otra cuestión es cuándo llegan estas ayudas. «Vamos tarde -critica Cots-, y si además está pendiente de desarrollo reglamentario, hasta de aquí a dos meses las empresas no verán fondos. Siendo realistas, no será antes de mayo, en el mejor de los casos».

La capacidad de aguantar sin ingresos que tenían muchas empresas ha mermado

Xavier Guardià, portavoz de la   Federació Empresarial d’Hostaleria i Turisme de Tarragona (FEHT), coincide: «Que las ayudas llegan tarde, sobre eso no hay ninguna duda. Llevamos desde marzo del año pasado diciendo que lo más importante era ayudar al sector de forma directa, y que hacerlo así era lo más fácil».

La restauración, la hostelería y el comercio presencial han sido sin duda unos de los sectores más perjudicados a lo largo de estos 12 meses de confinamientos, cierres perimetrales y limitaciones de aforos y horarios. «Las comunidades autónomas -admite Guardià-, como es el caso de Catalunya, han ido dando ayudas, pero de manera desordenada. Ahora es el gobierno central quien lo hace, pero llega tarde. Hay gente que ya no podrá disfrutar de estas ayudas, porque ya está en la cuneta».

 

Aclarar la letra pequeña
«Ahora -prosigue Guardià-, lo que queremos es ver la letra pequeña. Lo que querríamos saber es el detalle de lo que se necesita para acogerse a estas ayudas, más allá de lo que ya se ha dicho y del gran titular de los 11.000 millones de euros, y eso no se está aclarando».

Desde la FEHT comparten la opinión de que, en todo caso, siempre vale más tarde que nunca. Pero también aquí, de nuevo, hay urgencia. «En este momento en el que estamos -explica Xavier Guardià-, este dinero es muy necesario. Cualquier cuestión que retrase su llegada es negativo para nosotros. Necesitamos que llegue lo más rápido posible y con la mayor eficiencia».

«Habrá un a avalancha de solicitudes. ¿Qué pasa si las empresas siguen solicitando ayudas una vez agotados los fondos?» Pere Cots, Pimec

Aunque son cautelosos con las expectativas: «Por desgracia -reflexiona Guardià-, no creo que las ayudas que llegarán sean suficientes para salvar a nadie. Por supuesto que 3.000 euros ayudan, pero no creo que la salvación para un autónomo venga de aquí».

«Pero insisto: cuanto antes lleguen, mejor. Porque a lo mejor en mayo son vitales, mientras que si llegan en junio ya no arreglan nada. Porque hay gente que está muy apurada, gente que desde octubre de 2019 no ha abierto su negocio. Eso son muchos meses sin ingresos», recuerda Xavier Guardià.

«Todos aquellos que viven muy específicamente del turismo internacional son los que han sufrido más, mientras que los que tienen público nacional no han sufrido tanto. Y luego hay una cuestión de tamaño, porque los alojamientos más grandes tienen más capacidad de aguante», explica este portavoz de la FEHT.

Oriol Amat, decano del Col·legi d’Economistes de Catalunya (CEC) y catedrático de Economia Financera i Comptabilitat de la Universitat Pompeu Fabra (UPF), matiza el hecho de que hasta ahora no haya habido a escala estatal un paquete de ayudas directas a empresas como el que acaba de ponerse en marcha hace una semana.

«Ayudas directas hace meses que se reciben. Son las de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) vinculados a la Covid-19, que ayudan a las empresas a hacer frente al coste laboral, muchas veces el más importante de los que tienen», recuerda Oriol Amat.

«La lectura positiva respecto a la crisis del año 2008 -prosigue Amat- es que las medidas adoptadas han ido más rápido que entonces. La menos positiva, que deberían haber llegado mucho más rápido. Creo que harían falta muchas más ayudas, y tenemos ejemplos como el de Italia, con un Estado mucho más endeudado que el español, donde las ayudas directas a empresas son mucho más altas».

«Necesitamos que este dinero llegue lo más rápido posible y con la mayor eficiencia» Xavier Guardià, FEHT

Las consecuencias de esta falta de contundencia en las ayudas desde el minuto cero se reflejan en hechos como que «hasta el pasado mes de diciembre, en Catalunya ya habían cerrado 20.000 empresas, lo que representa el 8% del tejido empresarial catalán», recuerda el decano del Col·legi d’Economistes de Catalunya.

«Esto -prosigue-, lo que nos está diciendo es que, seguramente, algunas de estas empresas no eran viables, pero había muchas otras que sí lo eran. Las ayudas directas son dinero a fondo perdido para las empresas, y los ERTE -donde el Servicio Público Estatal de Empleo (SEPE) se hace cargo de una parte del salario de los trabajadores afectados- ya son una ayuda directa, pero en España, y en Catalunya también, los gobiernos han de hacer mucho más».

En este punto, reconoce que «en Catalunya, el volumen de ayudas que el Govern ha puesto a disposición de las empresas es algo más de lo que podía, porque quien tiene las competencias y la posibilidad de endeudarse es el Estado. Y, aunque soy de los que piensa que la deuda pública del Estado, que ahora está al 120% del PIB, es un problema muy importante, también estoy convencido de que todo aquello que se pueda poner como ayuda directa a las empresas es una buena inversión que evitará más deuda pública en un futuro».

«Hay un 70% de empresas para las que la ayuda, cuanto antes llegue, mejor» Oriol Amat, CEC

De nuevo, la reflexión sobre cómo de tarde llegan estas ayudas para algunas empresas, y las dudas acerca de cómo debería ser esa letra pequeña. «Es muy importante escuchar mucho a todos los sectores -aconseja Oriol Amat-, porque una caída de ventas de un 30% en un sector que tiene mucho margen no es igual que en otro que no tiene tanto. En años buenos, el beneficio medio sobre ventas en las empresas de España está en un 3% o un 4%. Una caída de ventas del 5% ya les hace entrar en pérdidas».

Pasado un año, además, la situación es muy distinta para muchas empresas, y su capacidad de aguante se ha visto muy limitada. «Siempre hay una parte del tejido empresarial -explica el decano del CEC-, sobre un 20%, que son como las familias que viven al día, y que necesitan los ingresos cada día. Luego hay otro 15% o 20% de empresas que están muy capitalizadas y diversificadas, y no están sufriendo mucho».

«Pero queda un 70% de empresas en medio, que las primeras semanas de confinamiento pudieron aguantar, que ahora se han debilitado y para las que la ayuda, cuanto antes llegue, mejor. No poner dinero importante en el momento cero genera consecuencias negativas, pero más vale tarde que nunca», resume Oriol Amat.

Mas información: https://www.diaridetarragona.com/economia/Guia-para-prepararse-ante-las-ayudas-directas-a-pymes-20210323-0011.html

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