Los créditos, más caros a partir del 1 de enero

La obligación de provisionar más dinero por impago derivará en más restricciones para los préstamos, especialmente ante peligro de morosidad

07 diciembre 2017 18:02 | Actualizado a 07 diciembre 2017 18:05
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Las exigencias regulatorias para evitar otra crisis como la que ha afectado a la eurozona en la última década pueden provocar un incremento de los intereses que los bancos aplican en productos como las hipotecas a partir del próximo año. Así ocurriría una vez que se ponga en marcha la nueva circular contable del Banco de España, que ayer miércoles ya se publicó en el BOE, por la que se endurecen las condiciones para que las entidades reserven más dinero ante posibles casos de impago de sus créditos. Al tener que dotar más cuantías para este fin, sus resultados sufrirán, así como el margen de intermediación que establecen en unos tipos de interés «que tendrá que aumentar», según fuentes del supervisor.

El alza de los precios de las hipotecas será una de las consecuencias más visibles que esta circular tendrá para el ahorrador. En la práctica, no tiene por qué implicar un incremento de los diferenciales hipotecarios, sino, por ejemplo, en una mayor comercialización de fórmulas como los tipos fijos, con las que el banco se asegura un interés estable a medio y largo plazo para evitar los vaivenes del euríbor y poder así cumplir con la regulación.

Desde el Banco de España estiman que las provisiones a realizar podrían incrementarse un 13%.
Por otra parte habrá un impacto en el capital regulatorio, que detraerá unos 45 puntos básicos al ratio actual, aunque se podrá diferir durante los próximos cinco años. Al tratarse de un cambio de criterio contable, para adaptar las nuevas dotaciones a las realizadas hasta el 31 de diciembre de este año, se cargarán a las reservas hasta ahora constituidas. 

En lo que respecta a los créditos que se firmen a partir de enero de 2018, el incremento de las provisiones se detraerá directamente a la cuenta de resultados de cada banco. El impacto llegará básicamente porque se pasa de un sistema de pérdidas incurridas por morosidad a otro de pérdidas esperadas. Así, se endurece el tratamiento de los créditos «en vigilancia especial», aquellos que se encuentran entre los «normales» y los dudosos –aquellos en los que sus titulares han dejado de abonar varias cuotas–.  En el caso de esos préstamos intermedios, el banco estará obligado a calcular su posible pérdida como si existiera la probabilidad de impago durante toda la vida del crédito, y no solo por 12 meses, como ocurría hasta ahora.

Así, cuanto más largo sea el horizonte temporal de la hipoteca, por ejemplo, mayor será la provisión a realizar», explicaron desde el Banco de España.

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