Los drones de FlyEquant podrán volar por las zonas de control de los aeropuertos

La obtención de la certificación para operar en el CTR del Aeropuerto de Reus permitirá a esta empresa de La Canonja aumentar su volumen de trabajo con la industria local, especialmente la química

23 julio 2019 16:49 | Actualizado a 23 julio 2019 16:55
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FlyEquant nació hace nueve años en La Canonja, con la construcción de sus primeros multicópteros (por entonces aún no se conocía la palabra dron) que utilizaron para hacer fotografía aérea. «Nos dedicábamos al tema audiovisual. Por entonces no habían cámaras de formato pequeño y nos alquilaban el dron, el piloto y el copiloto», explica Lluís Reverté, uno de los tres socios de la empresa.

En 2014, en pleno ‘boom’ del uso de drones, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA)  aprobó una normativa muy restrictiva que, por ejemplo, prohibía a estos aparatos volar dentro de los CTR (zonas de control) de los aeropuertos y en zonas habitadas. Fue aquí donde FlyEquant empezó su particular calvario que le ha llevado hasta el día de hoy. 

Han sido unos años duros de papeleo y mucha burocracia. Para empezar, la empresa estuvo desde abril de 2014 hasta enero de 2015 con la actividad parada. Durante este tiempo pusieron en marcha el procedimiento para habilitarse como operador de dron por AESA, un farragoso camino que culminó con la obtención del certificado. «El problema, -recuerda Lluís Reverté- es que perdimos todos los clientes que teníamos desde 2010».

Tuvieron que certificarse con el modelo de dron con el que querían trabajar, tener una licencia médica, un seguro aeronáutico, preparar un manual de operaciones de la actividad a desarrollar y un estudio de seguridad de la misma. 

El problema es que, una vez certificado por AESA, FlyEquant comprobó que sólo podía operar fuera de las zonas de control de los aeropuertos gestionados por Enaire y FerroNATS, los dos gestores aeroportuarios que hay en España (el primero, a cargo del Aeropuerto de Reus y el segundo, entre otros, del de Sabadell).

A efectos prácticos, eso significaba que no podían hacer volar un dron en 30 kilómetros de diámetro alrededor del aeródromo reusense, por lo que su capacidad de trabajo quedaba enormemente limitada. 

Por este motivo, y una vez registrados en AESA, tuvieron que preparar los manuales de seguridad de acuerdo con los protocolos de trabajo de los principales gestores aeroportuarios y obtener una licencia de radio de banda aérea para poder comunicarse con los aeropuertos.

El pasado 10 de junio, FlyEquant recibía la certificación por parte de FerroNATS para poder volar en sus zonas de control y la empresa de La Canonja está a la espera de obtener, en breve, esta misma certificación por parte de Enaire, lo que significará que por fin podrá operar en el CTR del Aeropuerto de Reus.

A partir de aquí, FlyEquant espera un incremento exponencial de trabajos técnicos con la industria local, especialmente la química.  Por ejemplo, trabajos fotográficos para inspecciones del complejo petroquímico o de polígonos industriales. Lluís Reverté también recuerda que «un tanto por ciento grande de nuestro trabajo lo hacemos en núcleos urbanos que están cerca del aeropuerto de Reus, en los que hasta ahora no podíamos volar». Además, Reverté asegura que «cuando podamos empezar a trabajar en los CTR de los aeropuertos nos quitaremos la presión de que no somos unos delincuentes y podremos volar con tranquilidad».

Visión crítica

La satisfacción por haber obtenido esta certificación por parte de FerroNats y, próximamente, Enaire no esconde la visión crítica que desde FlyEquant tienen sobre las enormes dificultades que han tenido que superar para poder llegar a desarrollar su trabajo con garantías y dentro de lo que exige la ley. «Al final llegas a pensar que estorbamos un poco.

Si algo es tan complicado es porque no interesa que lo haga mucha gente y entramos en la rueda de este país, lamentable, de no dejar hacer nada a la pequeña empresa y al autónomo freelance, que es un 90% largo de los pilotos de drones», se lamenta Lluís Reverté.

Este socio de la empresa FlyEquant también tiene muy claro que si la normativa no fuese tan restrictiva y no se pusiesen tantas dificultades al pequeño empresario «habría más inversiones por parte de las empresas, más trabajo y más contratación».

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