Moverse con conciencia

El uso del transporte público es una de las claves para una movilidad sostenible en el siglo XXI. Ese es el mensaje que la Unión Europea impulsó este septiembre durante la Semana de la Movilidad Sostenible 2017, una celebración que sirvió para reivindicar un transporte limpio, compartido e inteligente. A pesar de que en el modelo actual está muy implantada la idea de un coche por persona, lo cierto es que el tren se ha convertido en la alternativa más rápida, económica y limpia para movernos entre los principales núcleos de población. La amplia red de cercanías y de trenes regionales con la que cuenta Renfe permite conectar la mayor parte de la población de Tarragona entre sí y con otras partes de Catalunya con múltiples trayectos todos los días del año.

Existe la falsa creencia de que viajar en coche acorta el tiempo de los trayectos. Algo que no ocurre en la mayoría de las principales rutas que se llevan a cabo en la provincia de Tarragona de forma diaria. De este modo, un viaje entre las estaciones de Tarragona y Reus se puede hacer en 14 minutos mediante el tren. Sin embargo, este tiempo se puede hasta multiplicar por dos en el caso de moverse con vehículo propio, que depende también de otros factores como el tráfico.

Tampoco unir las principales ciudades del Camp de Tarragona con Barcelona es más rápido en coche que en tren. La alternativa del autobús, además, resulta mucho más costosa en cuanto a tiempos de desplazamiento. Conla dependencia de tener un mayor nú- mero de paradas y una menor velocidad, ir en autobús puede suponer hasta el doble de tiempo respecto al tren. Es el caso de los viajes entre los principales núcleos de la Costa Daurada, como Salou y Cambrils, hacia Barcelona, que pueden llegar hasta las casi dos horas y media de duración en autobús, mientras que en tren no llega a la hora y media.

En cuanto a distancias más largas, además del ahorro del tiempo, adquiere una gran relevancia el ahorro para el bolsillo. A parte de los sistemas tarifarios integrados de la Autoritat Territorial de la Mobilitat (ATM) para los servicios de cercanías del Camp de Tarragona RT1 y RT2, Renfe dispone de varios abonos para sus servicios regionales: Bono10, de diez viajes, bonos mensuales, trimestrales y para estudiantes universitarios. Estas alternativas suponen reducir de forma notable el precio del billete sencillo, que ya de por sí resulta más barato que desplazarse en autobús o vehículo propio.

Una de las líneas más utilizadas de Renfe en Catalunya es la que une Tarragona con Barcelona. Con el Bono10, este trayecto se puede hacer por 5,15 euros, una tercera parte de lo que puede llegar a costar viajar a la capital en nuestro propio coche y 3,50 euros menos que hacerlo en autobús. El ahorro puede ser mayor con el resto de títulos que pone a disposición Renfe para sus pasajeros más habituales.

Hace unas semanas, la ATM Camp de Tarragona y la Associació per a la Promoció del Transport Públic (PTP) organizaron por séptimo año consecutivo la carrera de transporte interurbana del Camp de Tarragona. Esta es una actividad enmarcada en la Semana de la Movilidad Sostenible y Segura que se celebra a nivel europeo. Los resultados de esta carrera entre varios municipios de la demarcación pretenden mostrar las diferencias entre tiempo, costes, emisiones contaminantes y emisiones de gases de efecto invernadero que se producen cuando nos desplazamos en vehículo particular o en transporte público. Algunos de los resultados obtenidos arrojaron grandes diferencias en distancias relativamente cortas. Así, en cuanto a los costes, el precio de mantener y hacer circular el vehículo particular en las rutas propuestas cuesta entre 9,38 y 15,10 veces más caro que el transporte público en las rutas interurbanas.

Además de suponer un ahorro económico y de tiempo, el tren es una forma más sostenible de moverse

Además de suponer un ahorro económico y de tiempo, la movilidad en tren es una de las herramientas que más reducen el impacto humano sobre el medio ambiente. Así, viajar en tren se ha convertido en el medio de transporte más sostenible. Reduce el consumo de combustibles fósiles, lo que a su vez supone una menor emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Se calcula que el transporte por carretera es la segunda causa más dañina para el cambio climático en Catalunya tras la industria, pero viajar en tren, que cuenta con un sistema electrificado, reduce. Al mismo tiempo, el ferrocarril ayuda a mantener un aire más limpio y menos contaminado, lo que se traduce en una mejor salud pública. Como ejemplo, en un trayecto de apenas 13 kilómetros desde Tarragona hasta Torredembarra se emiten 11 veces más de gases de efecto invernadero a la atmósfera viajando en un coche diésel que haciéndolo en tren.