Ramos de boda kilómetro cero

Desde Santes Creus, Roser Bargalló hace decoraciones florales para eventos y actos sociales que personaliza añadiendo distintos elementos del territorio

16 marzo 2020 11:35 | Actualizado a 16 marzo 2020 11:54
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Roser Bargalló (Les Pobles, 1985) empezó a emprender hace unos dos años. «Siempre había tenido algún vínculo con la artesanía y estudié arte floral. De manera esporádica me cautivó e hice un paso más», cuenta la emprendedora, quien vive en Santes Creus (Alt Camp). El nombre de la marca (Ànima disseny Floral de proximitat) lo explica todo: «a través de toda la experiencia adquirida propongo una visión alternativa de las decoraciones florales».

 «Formo parte del mundo y la cultura rural, de ahí esta conexión con el territorio. La admiración y respeto por el campo, el entorno y el paisaje que me rodea es parte de la inspiración en el momento de elaborar los diseños florales», afirma Bargalló.

 Antes se formó en Joyería Artística y laboralmente trabajó en una fundición artística desarrollando esculturas en metal y otros materiales. Conocer el cliente y el espacio a decorar son los primeros aspectos a tener en cuenta para desarrollar el diseño adecuado para cada proyecto de Roser.

 «Alma también es una forma de expresión a través del arte floral. Quiero llegar a las personas creando un vínculo e identidad con el territorio. Es un canal de transmisión de la esencia y el carácter emocional del cliente, para hacerla visible a través de la decoración floral», detalla Roser.

 A través de la creatividad y la artesanía, da un valor añadido al trabajo floral con la introducción y tratamiento de materiales naturales del entorno. «Siempre con el compromiso y el respeto al medio natural».

«El cliente cuenta lo que quiere transmitir y yo me encargo de la profesionalidad»

 Roser realiza decoraciones pensadas para bodas, actos sociales, banquetes, estilismo pero también ofrece otras líneas o decoraciones.Lo hace todo personalizado y dependiendo del cliente y del evento. 

«Si buscas un ramo de mano para regalar, o aquel centro con un carácter y un estilo único como la persona a la que regalar. Por eso cada ramo es diferente», cuenta Roser. Pero antes hace un asesoramiento. «El cliente cuenta su idea y lo que quiere transmitir. Después me encargo de la profesionalidad y del conocimiento».

Además participa en algún mercado haciendo parada. También ofrece cápsulas formativas como pueden ser un taller especializado de coronas del pelo o un ramo. Lo hace por la zona: en Valls, Santes Creus, Tarragona... La emprendedora compra materiales y flores en el mercado pero también mira lo que le ofrece el entorno para dar un valor añadido.

 Por San Valentín ella y un amigo de la infancia ofrecieron un pack. «Él hace un cava que se llama ‘petó rosa’ y yo hice las flores, todo con una cajita, y a la gente le gustó. En breve haremos más cosas así ya que funcionó muy bien y más adelante haremos alguna cosa similar», cuenta.

Roser es autónoma y además trabaja para otra gente «para ampliar conocimientos y para trabajar en grandes eventos», cuenta satisfecha mientras termina un ramo en su taller.

Originalidad
La emprendedora innova y busca la originalidad. Por ejemplo, coge almendras secas y las pinta. «Esto le da un toque original». Hay infinidad de cosas. «Depende de la época del año vas encontrando distintos recursos que a veces la gente no se ha parado a pensar».
Los retos y objetivos de Roser los tiene claros: «Quiero seguir creciendo como profesional, ir haciendo pequeños monográficos y enriquiciéndome», concluye.

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