Se buscan soñadores en Reus

Se buscan soñadores, porqué hoy se puede vivir del arte. Bajo este lema Elisabet Fornós quiso fundar un centro de arte en Reus, llamado el Atelier dels Somnis, en el que poder perseguir sueños y poder crecer y experimentar con aquellas disciplinas que, tal vez a los ojos del mundo, pueden parecer liberales y poco realistas.

«A quien no le ha pasado, al llegar a los 18 o antes, tener que decidir a qué dedicarse, planteárselo a los padres y que éstos digan que hay que pensar en algo más realista. Por suerte, esto está cambiando, aunque yo estudié contabilidad por esa mentalidad de buscar algo estable, por ese por si acaso», expone Fornós.

La idea de abrir el Atelier dels Somnis surgió un día, de repente. «Tuve un sueño y me levanté con una idea fija, cogí lápiz y papel y empecé a programar todo lo que quería hacer», resuelve ella. Antonio Martínez, músico y su actual pareja, también apostó fuerte por la idea.

Así pues, se dispusieron a encontrar el lugar idóneo en el que poder crear esa fábrica de sueños, y dieron con una gran nave en la calle dels Velers, 50, de Reus. «Hemos tenido que hacer una gran inversión para poder transformar una nave industrial en una escuela, aprovechando cada espacio, añadiendo aulas y vestidores con el objetivo de poder hacer de éste lugar un espacio lo más acogedor posible», dice Fornós. 

Cuando se pusieron manos a la obra, se plantearon qué disciplinas podían impartir y con qué profesionales de experiencia podían contar. «Fue una búsqueda exhaustiva. Lo curioso del caso es que cuando expusimos la idea del proyecto, obtuvimos respuestas rápidas de la mayoría de profesores candidatos.

Tenemos entre unos 20 y 25 profesores, que según sus especialidades (siempre más de una), pueden ir reajustando sus agendas con sus otras ocupaciones», relata Antonio Martínez, también profesor en el Atelier. Con la cuota, los usuarios pueden disfrutar además de algunos descuentos y actividades gratuitas. «Queremos aportar felicidad de una forma creativa, porque a través del arte afloran emociones. En el centro impartimos un aprendizaje que promueva la libertad y el progreso», dicen Fornós y Martínez.

Preguntados por la competencia en la ciudad, Fornós y Martínez argumentan que «venimos a sumar». En un futuro no muy lejano, además, «esperamos crear espectáculos multidisciplinares en el que todos nuestros alumnos cooperen juntos, unidos en un proyecto». 

Las disciplinas

En los cerca de 300 m2 que posee el recinto, se imparten desde finales de febrero clases a todo tipo de públicos. La oferta se reparte en cuatro ramas: danza, terapias del cuerpo, música y Bellas Artes.Dependiendo si el alumno es niño/a o adulto, hay diferentes prácticas.

En el caso de la danza, hay baile deportivo, Jazz, Funky, Hip-hop, Popping, Lady Style, ballet, flamenco y sevillanas, entre otros. En lo que a terapias se refiere: yoga, Chikung, Pilates, Zumba, defensa personal, meditación e incluso taekwondo para los más pequeños, entre otras prácticas.

En el apartado musical: canto, canto coral, lenguaje musical, técnica de composición, violín, percusión y, guitarra acústica, española y eléctrica, entre un largo etcétera. En Bellas Artes se estimula la creatividad con cursos de dibujo, diseño de moda, costura, fotografía, interpretación y maquillaje, entre otros.