Talento y turismo

Estos trabajos están desarrollados por personas que han recibido una formación adecuada, en gran medida de nivel universitario y disponen de las capacidades y competencias adecuadas

17 mayo 2021 10:56 | Actualizado a 18 mayo 2021 10:18
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El desarrollo de la actividad turística presenta unas características que desde la perspectiva del capital humano la hacen singular. En primer lugar, es bien conocido que se trata de una actividad intensiva en recursos humanos. El servicio turístico requiere en gran medida de la presencia física de personas que prestan dicho servicio y orientan la experiencia del visitante. En segundo lugar, la actividad turística se desarrolla en períodos y fechas que, a menudo, coinciden con el momento de ocio del resto de la ciudadanía. Es un ámbito que, en gran medida, se caracteriza por una destacada presencia de pymes y microempresas. Todo ello conduce a presuponer una destacada vocación por parte de las personas que deciden trabajar en el sector turístico.

Aunque presente, el trabajo temporal no representa el grueso de los recursos humanos del sector. Más bien la tendencia de la actividad tiende a reducir la estacionalidad y, en consecuencia, la oferta laboral de temporada. Aunque, sin duda, está presente y continuará siendo relevante.

Además de la vocación indicada, que posiblemente en muchas otras áreas de actividad también está presente, los puestos de trabajo en el turismo son diversos en tipología de empresas (todo tipo de alojamientos, empresas de actividades, servicios de guía, agencias de viajes receptivas, organismos de fomento de la actividad del turismo, etc.), lo que permite un amplio abanico de perfiles profesionales. Las empresas y organizaciones de turismo, como todas las empresas, disponen de posiciones profesionales desde el nivel de base menos especializado hasta el alto directivo o el técnico especializado.

En este sentido, conviene destacar que reducir el capital humano a la tarea de los camareros o de las ‘Kellys’ es excesivamente simplista. Sin duda, estas posiciones son importantes en la cadena de valor de la experiencia del visitante, pero también lo son el recepcionista, el guía, el monitor, el analista de datos, el técnico de comunicación e imagen, el director del hotel, el animador, el gerente de la receptiva, el director de la oficina de turismo o el community manager, por poner ejemplos diversos.

Todas estas posiciones están desarrolladas por personas que han recibido una formación adecuada, en gran medida de nivel universitario, y disponen, por tanto, de las capacidades y competencias adecuadas para el desempeño.

Hemos empezado incidiendo en el carácter intensivo en recursos humanos de la actividad turística, pero además se trata de satisfacer las expectativas, y a menudo superarlas, del visitante, puesto que en ningún otro segmento de actividad como en el turístico es tan relevante la valoración del cliente y su incidencia en el futuro de la empresa y del destino. Se trata pues de que las personas que trabajan en el sector del turismo, al menos las que están en contacto con el cliente, tengan además competencias relacionadas con la actitud. No son suficientes las capacidades técnicas en el sector turístico.

Además, debe añadirse la necesaria competitividad de las empresas y sus productos que, a menudo, necesitan renovarse y actualizarse, como también lo hace su fuerza laboral. Valga como ejemplo la digitalización galopante de los servicios turísticos y su obvia relación con la experiencia del visitante.

Todo ello es ampliamente conocido y reconocido por las empresas y organizaciones del sector y por sus gestores. Una realidad que sugiere que el segmento turístico es uno de los que más cuida el talento de la fuerza laboral. Y lejos de la denostada imagen de sector de actividad para estudiantes que quieren obtener ingresos veraniegos, la profesionalidad, entendida como el conjunto de capacidades, es una baza capital. Sin calidad de servicio no hay competitividad que valga.

Y la calidad se vertebra alrededor del talento profesional del capital humano en el sector del turismo.

Jordi Calabuig. LABIIT del Departamento de Innovación Turística de Eurecat y Profesor Asociado de la Universitat Rovira i Virgili

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