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La provincia de Tarragona registró una caída del El Producto Interior Bruto (PIB) en 2020 del 11,4%, superior a la media del conjunto de España (-11%) e igual que la catalana, según el informe ‘Evolución de la actividad en las provincias españolas’, publicado ayer por el Banco de España. La demarcación de Girona lideró el descenso del PIB en Catalunya, con un 14,2% respecto al ejercicio anterior, mientras que en Barcelona fue del -11,7% y en Lleida del -8%.
Según el Banco de España, las restricciones a la movilidad y el peso del turismo en cada una de las provincias son las dos variables más influyentes para determinar la evolución del PIB. En este sentido, recuerda que las tres demarcaciones costeras catalanas han sido «más expuestas» a los efectos de la crisis de la Covid-19.
El informe subraya, de hecho, que las mayores caídas de PIB de 2020 se concentraron en las provincias ubicadas en el arco mediterráneo y en las Islas Canarias. En Baleares, por ejemplo, el descenso interanual del PIB fue del 27%, mientras que en el archipiélago Canario se situó en torno al -20%. Otras provincias gravemente afectadas por la pandemia fueron Málaga (-17%), Alicante (-13,5%) y Granada (-12,6%). Aunque sólo diez provincias presentan caídas del PIB superior a la media española, estas representan el 33% de la economía española.
Por otro lado, el estudio también pone de relieve el impacto heterogéneo que ha tenido la Covid-19 sobre los diferentes sectores. El Banco de España cita el comercio, transporte y hostelería (-24,1%) y las actividades artísticas y recreativas (-24,2%) como sectores más afectados por la pandemia, mientras que las actividades financieras (+2, 9%), el sector público (+ 1,4%) y el sector primario (+ 4,8%) experimentaron tasas de variación positivas.
Aprecia que la heterogeneidad entre trimestres fue «notablemente mayor» en el tercer y cuarto trimestre que en los dos primeros, que vincula a que las restricciones en la actividad en la fase inicial de la pandemia afectaron a un número mucho más elevado de ramas, por lo que la composición sectorial de la actividad habría influido en menor medida a la hora de explicar la heterogeneidad en la trayectoria del PIB de las distintas provincias. Y observa que hay diferentes perfiles de comportamiento entre provincias en distintos trimestres, como en Teruel y Huesca, que registraron en el segundo caídas mucho más moderadas (-13,5 % y -15,1 %) que el agregado nacional (-21,6 %), mientras que en el cuarto sus retrocesos (-6,6 % y -8,5 %) se aproximaron más a la media (-9,1 %).
