Technodac mira a Barcelona

Carlos Cuenca (Manresa, 40 años) trabaja con tres monitores de ordenador delante. Uno para programar, otro para ver en un emulador lo que programa y un tercero para interactuar con los clientes por Skype y atender el correo electrónico. David Rodríguez (Tarragona, 31 años) tiene esas mismas cuatro pantallas... y una más. Es el monitor del servidor. A veces abre su ordenador portátil, con lo que David acaba trabajando con cinco pantallas distintas delante. Carlos y David, por supuesto, son informáticos.

Se conocieron cuando llegaron tarde a su primera clase en el primer día de universidad. Era la clase de cálculo en la carrera de Ingeniería Informática de la Universitat Rovira i Virgili. En 2008, terminada la carrera, montaron Technodac. Lo hicieron siguiendo los cánones del sector. A falta de garaje, bueno fue el piso compartido de estudiante de Tarragona en el que estaba Carlos. Todavía conservan el número de teléfono de esa vivienda, a donde llamaban sus primeros clientes.

Hace casi diez años, Carlos y David decidieron montar una empresa para crear páginas web autogestionables con desarrollo propio, programando ellos el código y dejando la gestión de los contenidos a los clientes. Pero pronto irrumpieron con fuerza plataformas como Wordpress o Joomla, que democratizaron las webs autogestionables hasta niveles de popularidad nunca imaginados. Así que David y Carlos –que ya se habían mudado desde el piso de estudiantes a un piso de la calle Higini Anglès, también en Tarragona, que reconvirtieron en oficinas– pasaron a prestar cada vez más servicios tecnológicos integrales.

Hoy, Carlos Cuenca define Technodac como una empresa que ejerce de «socio tecnológico de nuestros clientes en web, marketing, comunicación, servicios de servidor y cloud». Hace un año y medio, se mudaron a unas nuevas oficinas de 120 metros cuadrados en la calle Pin i Soler de Tarragona –donde trabajan nueve personas en plantilla–, y hace apenas un año dieron el salto a Barcelona, donde abrieron una oficina comercial para impulsar el proyecto Technodac Inside.

Es este proyecto el que hoy concentra buena parte de las energías de estos dos emprendedores, que confían cerrar el año con una facturación alrededor de los 500.000 euros. Se trata de una línea de negocio dirigida a empresas de comunicación y de diseño gráfico necesitadas de dar el salto al mundo digital. «Son esas empresas –explica Carlos Cuenca– que se dedicaban a hacer catálogos de empresa y que ahora tienen que dar un servicio digital» en el mundo de los contenidos.

Es precisamente en el área metropolitana de Barcelona donde se concentra una parte significativa de este mercado, y por eso decidieron instalarse físicamente ahí, en una oficina comercial en la Via Augusta. Por eso, y por una cuestión de marketing. Porque, aunque las cosas empiezan a cambiar, Carlos Cuenca explica que, de cara al mercado de Barcelona, «si eres de Tarragona, parece que seas de Segunda División». Por eso, prosigue, «y porque vamos haciendo clientes en Barcelona, muchas reuniones las hacemos ahí».

Un 45% de la facturación de esta empresa procede de sus servicios de aplicaciones móviles

Antes de lanzarse a esta última aventura –en la que el modelo de colaboración, antes que el clásico de proveedor-cliente, tomará importancia–, Technodac ha tenido unos años en los que se ha hecho un hueco en el mundo de las aplicaciones móviles. De hecho, a día de hoy representan un 45% de su facturación.

Entre sus proyectos se encuentra la aplicación móvil, desde la primera edición, de Tarragona dTapes, una iniciativa gastronómica impulsada por la Cambra de Comerç de Tarragona. Las aplicaciones de servicios municipales geolocalizados (bajo el paraguas de Civitas) han sido uno de los grandes activos en este segmento de mercado, con clientes localizados esencialmente en el Camp de Tarragona.

La última evolución de sus aplicaciones geolocalizadas son los iBeacons, unas balizas de seguimiento y control que pueden aplicarse a cosas tan distintas como la ronda de un guarda de seguridad, un proyecto de gamificación y marketing o una campaña promocional en comercios.