Un año que quedará en la memoria

Con la irrupción del coronavirus y la crisis económica que sigue a las medidas de control de la propagación de este, gran parte de los indicadores han roto récords históricos

25 mayo 2020 14:34 | Actualizado a 25 mayo 2020 14:43
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El año 2020 va a ser un año para la historia. Sea a buenas o a malas, no cabe duda de esto a día de hoy. En la presentación del Informe de Coyuntura  de la provincia de Tarragona que elabora la Cátedra de Innovación de la URV con el apoyo de las Cámaras de Comercio del territorio se escucharon esta semana varias frases que son buena muestra de ello.

Josep Baiges, secretario de la Cámara de comercio de Reus y uno de los dinamizadores del acto, empezó con la siguiente afirmación: «El segundo trimestre de 2020 ha sido el más atípico de las últimas décadas», y la realidad no dista mucho de tal conclusión. En solo tres meses las relaciones económicas que ahora se pueden considerar tradicionales han dado un giro por completo. A causa del confinamiento, el teletrabajo se estableció, en los sectores donde era posible, como herramienta principal para evitar el cese de la producción. Las relaciones entre productores y consumidores también se han adaptado a las nuevas dinámicas y las barreras de control sanitario van a cambiar por completo sectores como el transporte o el turismo.

Para poner datos sobre la mesa, Joaquim Margalef, miembro del Grup de Recerca d’Indústria i Territori de la Universitat Rovira i Virgili, fue el encargado de dar voz a los indicadores presentados en el Informe de Coyuntura. «El Covid ha roto la economía mundial, las expectativas prevén una caída del PIB global de un 3%», afirma Margalef. Antes de la llegada de la Covid-19, la mayoría de los países se habían consolidado en la senda de recuperación de la crisis financiera de 2008, encadenando datos positivos de crecimiento y empleo mes tras mes. Ahora, sin embargo, la situación ha dado un giro de 180 grados.

Para España, las previsiones indican una contracción cercana al 8% de toda la economía, cifra ligeramente superior a la previsión media de la Unión Europea, que es del 7,5%, según el FMI.

Según datos proporcionados por el Fondo Monetario Internacional (FMI) se prevé que la economía española se contraiga cerca de un  8% en el 2020, siendo el turismo el más afectado.

 A pesar de esto, Margalef apunta que la caída del PIB en Tarragona va a ser inferior debido a «la continuidad productiva de las empresas energéticas del territorio» y señala diversas características clave de esta crisis: «Respecto a 2008, la situación es diferente, no se ha destruido ni capital físico ni financiero y tampoco mano de obra. Si se actúa de forma rápida la situación volverá a la normalidad y cuando se vuelva a la normalidad ya se ajustarán las expectativas».

Según los datos presentados, se prevé que en dos años se vuelvan a recuperar los niveles de producción del pasado año 2019 pero con una reconversión en la estructura económica. «El escenario actual afecta más a las pymes que a las grandes empresas, ya que las primeras están más ligadas a la actividad manufacturera y de servicios y, a la vez, el sector turístico concentra gran parte del impacto negativo» según Margalef.

La disminución de la ocupación principal se ha visto en empresas de como máximo cinco trabajadores, ya que el empleo en estas ha caído un 82,69% durante el periodo de confinamiento. En el Camp de Tarragona, en el mes de marzo un 40% de las empresas habían aplicado un ERTE, arrastrando un 20% del total de asalariados en el territorio. La contratación en el mes de marzo en relación con el año anterior también se ha visto reducida considerablemente, con un descenso del 13,98%.

La evolución de la inflación tampoco apunta hacia un futuro a corto plazo más favorable: «Con las expectativas actuales de consumo podemos entrar en un proceso deflacionario. Esto puede tener consecuencias en el conjunto de la actividad económica, ralentizándola» afirma Joan Margalef.

Finalmente, en cuanto a las exportaciones del territorio explica que «el comercio exterior ya estaba cayendo antes del coronavirus, ya que los productos tenían dificultad para entrar en los mercados, a pesar de la estructura exportadora estable del Camp».

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