Agua, energía y residuos: 'Una actividad con importantes retos futuros'

Por Maria Llop, Directora de la Cátedra de Energía de la URV. El desmantelamiento de las nucleares obligará a una reestructuración de la oferta provincial

06 mayo 2019 09:58 | Actualizado a 15 octubre 2020 22:08
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El sector está compuesto por tres subsectores (agua, energía y residuos) con procesos de producción distintos entre sí, pero unidos mediante un nexo común: la generación y oferta de suministros indispensables para el sistema económico. Además, los outputs del sector pueden consumirse a gran distancia de los centros productores a partir de unas redes de transporte y distribución de gran escala, favoreciendo la localización de la producción en zonas concretas que abastecen un extenso territorio. De este modo, la provincia de Tarragona está especializada en la obtención de una energía consumida mayoritariamente en otras zonas de Catalunya y de España.  

La Agenda 2030 de Naciones Unidas, adoptada por la UE e impulsada recientemente por el gobierno español, define 17 objetivos con el año 2030 como horizonte temporal de consecución. Estos objetivos persiguen ‘erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todas las personas como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible’. Dentro de este marco de actuación, el agua, la energía y los residuos juegan un papel relevante en varios de los objetivos planteados.

 Con relación a la energía, la Agenda tiene como fin ‘garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todas las personas’ y ‘adoptar medidas  urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos’. La generalización de fuentes renovables se considera una vía capaz de frenar las emisiones y reducir los costes energéticos, redundando en una energía más asequible y más sostenible. Con relación al agua, se establece la necesidad de ‘garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todas las personas’, buscando la mejora de la eficiencia en los usos del agua y velando por su calidad.

Finalmente, la gestión de los residuos industriales debe ‘garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles’, en los que la economía circular toma el protagonismo para reducir al máximo la generación de residuos y aprovechar al máximo aquéllos cuya producción no se haya podido evitar. Aparece la necesidad de recuperar materiales y sustancias para ser reincorporados en los procesos de producción y consumo. 

Sin duda, estos retos globales van a incidir en el sector tarraconense durante la próxima década. Asimismo, el desmantelamiento de las centrales nucleares tarraconenses, anunciado para el período 2030-2035, irá ligado a una inevitable reestructuración de la oferta provincial. 

 

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