Vila-seca: el perfume como una botella de vino

A diario usamos perfumes sin pensar mucho en su composición. Nos vestimos con ellos, sin recalar en el origen de sus componentes, a diferencia de lo que -cada vez más- hacemos con nuestra ropa y nuestra comida.

El perfume y su elaboración son todavía unos grandes desconocidos en el campo de la perfumería y este es, precisamente, el campo de actuación de Maar Fragances, una empresa que nace de la mano de una joven emprendedora de Vila-seca, Marina García, para ofrecer el que es el primer negocio a nivel estatal que ofrece perfumes de gama clean beauty, es decir, de origen natural, veganos, con el mínimo de contaminantes y usando elementos de  proximidad en todos sus componentes.

Su objetivo es el de cuidar y ayudar al cliente a valorar todos y cada uno de los aspectos que forman una fragancia. «Hacer un perfume es como elaborar una botella de vino, tiene una historia, y nos gusta pensar que nosotros ofrecemos esta historia», explica García, que con 31 años lidera esta iniciativa empresarial.  

En este caso, la promesa de valor de Maar Fragances está estrechamente ligada al medio ambiente, ya que la empresa ofrece fragancias totalmente veganas, que prescinden de componentes animales que habitualmente se encuentran en este tipo de productos y propone bases de olor centradas en fórmulas formadas por elementos vegetales.

«Ninguno de los componentes de las fragancias están testados en animales», explica García, que añade que a la hora de elaborar la fórmula de cada perfume -formada por la esencia y una parte de agua y alcohol- en Maar Fragances la mezcla se compone de más de un 87% de productos de origen natural, frente «al 20% que se encuentra en la mayoría de marcas comerciales de perfumes», explica la responsable de la empresa. 

«La perfumería nació en Europa hace 3.000 años y queremos contar su historia con productos que se encuentran lo máximo cerca posible», explica García. La empresa reivindica su compromiso con el entorno fabricando envases que cuentan con una válvula desenroscable, lo que permite la opción de poder rehusar posteriormente al envase, el uso de cajas y tapas de madera que provienen de talas de árboles controladas y certificadas por el  Forest Stewardship Council (FSC).

El compromiso de Maar Fragances con el medio ambiente no termina aquí, ya que todos los ingredientes que forman los perfumes de la empresa son de proximidad, facilitados por proveedores locales de origen estatal, en un 80%, y europeo. La producción de los perfumes se ejecuta cerca de Barcelona. 

«Esperamos que el producto consiga llegar al cliente que esperamos», explica García, que cuenta que la idea de la empresa se empezó a gestar en 2018 y que, tras ocho meses de trabajo intenso, el 30 de octubre ya se iniciaron las ventas a través de su página web (maarfragances.com). Los usuarios que quieran adentrarse en su universo de fragancias cuentan con tres opciones, que se centran en los perfumes Mina (bergamota de Calabria), Nayla (flor de naranjo de Túnez) y Élise (grosella negra de La Borgoña), que se presentan en formatos de 10 y 50 mililitros.

«Nos dirigimos a consumidores de entre 25 y 35 años, deportistas y preocupados por su entorno», afirman desde la empresa, que cuenta con la fuerza de las redes sociales para darse a conocer.