¿Vuelve la esperanza? Se recuperan 1 de cada 5 empleos

El sistema gana 187.000 afiliados y casi 400.000 trabajadores salen de un ERTE, pero el paro sufre su mayor revés en mayo 26.500 personas más

02 junio 2020 16:52 | Actualizado a 02 junio 2020 17:03
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El mercado de trabajo comienza a despertar del letargo en el que se sumió tras el estallido de la pandemia. La destrucción de empleo se ha parado en mayo, después de dos meses en los que se perdieron cerca de 950.000 afiliados, y por primera vez en esta crisis se consigue crear trabajo. Concretamente, entre el día 1 y el 31 de mayo se ganaron 187.814 cotizantes, lo que supone que se ha recuperado prácticamente uno de cada cinco empleos destruidos por la Covid-19.

Bien es verdad que el 70% de esos empleos son temporales y, por tanto, tienen fecha de caducidad. Si a esto se le suma que hay casi 400.000 trabajadores menos afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), significa que cerca de 600.000 ocupados han vuelto a la actividad tras el parón provocado por el virus.

También se modera la subida del paro registrado, pese a que sufre el mayor revés de la historia para un mes de mayo: hay 26.573 desempleados más, una cifra que, no obstante, es muy inferior a la de los dos meses precedentes: 302.000 más en marzo y otros 282.000 en abril.            

El Gobierno toma estos datos "con cierta esperanza",  manifiesta que hay "razones para el optimismo" de cara a lo que queda de año por la "rapidez de la recuperación" y muestra su "confianza" en que en las próximas semanas se produzca incluso una "aceleración en la vuelta a la actividad", tal y como apuntó el secretario de Estado de Seguridad Social, Israel Arroyo, en rueda de prensa.

"La destrucción de empleo derivada de la pandemia, que ha golpeado de manera insistente a todo nuestro tejido productivo, se está ralentizando", aseguró el secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey, quien explicó que esto se debe a dos factores: los ERTE, que "han conseguido parar el golpe y proteger el empleo en circunstancias muy difíciles", y la política de prestaciones, "que ha hecho que la demanda no se haya desplomado".            

Pese a esta significativa mejoría respecto a los dos meses previos, el golpe de la Covid-19 al mercado laboral es aún muy fuerte: desde el pasado 12 de marzo la Seguridad Social ha perdido más de 760.000 afiliados, el número de parados se ha incrementado en más de 600.000 y tres millones de trabajadores están aún afectados por un ERTE, ya sea total o parcial, en su gran mayoría por fuerza mayor (más de 2,6 millones). Y eso que desde finales de abril 457.909 personas salieron de uno de esos expedientes de fuerza mayor y volvieron a la actividad. Por el contrario, los afectados por un ERTE no de fuerza mayor se incrementaron en 70.094 personas en mayo.                      

900.000 ocupados menos                    

Peores son aún los datos en términos anuales: el sistema ha perdido 885.985 ocupados en los últimos doces meses, por lo que la caída interanual del empleo se agudiza y supera el 4,5%, lo que contrasta con el crecimiento cercano al 3% que se experimentaba apenas un año atrás o ese entorno del 2% de febrero. Es decir, en apenas tres meses la Seguridad Social retrocede tres años y se sitúa en niveles de 2017.

De igual manera, si se analiza el empleo en términos desestacionalizados, es decir, sin tener en cuenta las oscilaciones propias del calendario en un país muy dependiente de actividades como el turismo, se pierden afiliados: concretamente 71.000 en un mes como mayo, que habitualmente crea muchos puestos de trabajo ya que los negocios comienzan a prepararse para la llegada del verano.

Sin embargo, la mejoría del mercado laboral ha permitido que la Seguridad Social recupere la cuota de los 18,5 millones de afiliados e incluso que se acerque a los 18,6 millones al situarse a 31 de mayo en los 18.556.129 ocupados. Esto representa un aumento de 97.462 cotizantes respecto a la media de abril, lo que supone un tímido avance del 0,53%, el menor desde 2012. Se trata, no obstante, del primer aumento intermensual desde el inicio de la pandemia, ya que en marzo se registró un retroceso medio de 238.801 personas afiliadas y en abril de 548.093.            

Y lo mismo sucede con el paro registrado. Actualmente hay un 25% más de desempleados, casi 800.000 personas más que un año atrás, el mayor incremento desde 2009, con lo que la cifra total sobrepasa los 3,85 millones, la más alta desde mayo de 2016.

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