Catalunya Sud, la oportunidad del teletrabajo

El teletrabajo ha sido uno de los efectos a medio plazo más importantes de la pandemia y el confinamiento que vivimos durante 2020. La oficinas han recuperado buena parte de su actividad, pero en casi todas las empresas de un cierto tamaño, especialmente en las grandes ciudades, el modelo mixto que alterna la presencialidad con algunos días de teletrabajo a la semana se ha convertido en la forma de empleo más habitual.

Los cambios que genera esta nueva forma de trabajo son importantes y sus efectos justo se empiezan a notar. Para una región como la Catalunya Sud, con pueblos y ciudades situados entre una hora y dos horas de trayecto de Barcelona, el teletrabajo abre una enorme oportunidad de atraer habitantes y talento.

Trabajar en Barcelona y vivir en Altafulla, Tarragona, Reus o Cambrils, es una opción interesante si sólo hay que desplazarse dos o tres días por semana. Un panorama especialmente atractivo para familias con niños que buscan más espacio y una vida más cómoda mejorando su poder adquisitivo. En un primer momento el objetivo debería ser atraer a algunos de los jóvenes y las parejas que hace diez o veinte años trasladaron su vida al área metropolitana de Barcelona por motivos profesionales. Jóvenes que hoy son padres y madres de familia y que pueden plantearse volver ahora que el teletrabajo ha llegado para quedarse.

Una opción interesante que puede permitir a la región ganar población de poder adquisitivo medio y alto, pero también atraer profesionales de la economía del conocimiento que una vez aquí puedan acabar emprendiendo y colaborando con el tejido empresarial más cercano. La tendencia existe y solo hace falta fijarse un poco para conocer docenas de casos de este tipo de nuevos residentes, pero el potencial es enorme. Un esfuerzo concertado de algunos actores públicos y privados podría conseguir acelerar ese fenómeno positivo y sacar el máximo partido a esta oportunidad.

Una campaña coordinada de las instituciones públicas y los principales sectores interesados en esta oportunidad, inmobiliario y educativo, daría un fruto casi inmediato. Media docena de colegios, nuevos desarrollos inmobiliarios, clubes deportivos y algunos otros deberían colaborar con la administración para promover los puntos fuertes de la región. Un estilo de vida cómodo y cercano que pronto contará con una nueva conexión de alta velocidad.

El atractivo es evidente y solo falta trasladarlo al público adecuado. Ser imaginativos y añadir una moratoria de IBI y otros impuestos a los nuevos vecinos. Vender la región a un tipo de habitante que nos interesa atraer y que resultaría fácil identificar y localizar.

Combinar todo esto con la mejora de la infraestructura necesaria para el teletrabajo y con una actitud abierta que permita arraigar a los nuevos vecinos. Más y mejores coworkings y oficinas compartidas, más y mejor conexión a la red en todos los pueblos y ciudades, más y mejores eventos de networking y actividades abiertas al talento venga de donde venga.

Ser más para ser mejores.

Marc Arza es el CEO de Startsud Studio