Garantizando la calidad del asesoramiento financiero en Europa

Esta semana ha visto la luz la propuesta de nueva Estrategia de Inversión Minorista, publicada por parte de la Comisión Europea, la cual tiene como objetivo principal mejorar la protección de los inversores minoristas y fomentar el ahorro a largo plazo en Europa.

Para lograrlo, la Comisión Europea ha propuesto medidas para mejorar la transparencia, la claridad de los productos de inversión y la información proporcionada a los inversores sobre los riesgos y beneficios, además de comprometerse a promover la educación financiera de los inversores para que puedan tomar decisiones informadas y sean conscientes de sus derechos.

Uno de los temas de la propuesta que más debate ha causado en los últimos meses, es que algunos miembros de la Comisión Europea abogaban por la prohibición de los incentivos en comisiones desde las gestoras al distribuidor y al asesoramiento. De haberse aprobado, hubiera significado la expulsión del acceso a asesoramiento cualificado, e impartido bajo estándares éticos, a la mayoría de aquellos inversores particulares que requieren tomar las mejores decisiones de ahorro e inversión para optimizar sus finanzas.

Romper el actual sistema de modelos de retribución variados y múltiples basado en la normativa MiFID II, hubiese creado una brecha de asesoramiento, conocida como ‘advice gap’ en la distribución financiera, tal y como sucedió hace años en el Reino Unido.

Esta medida, que hubiera implicado dificultar en gran medida el acceso al asesoramiento financiero para pequeños y medianos inversores, se hubiera añadido a los bajos rendimientos obtenidos por el ahorro europeo de particulares tras años de represión financiera (tipos cero o negativos), seguido ahora por la pérdida de poder adquisitivo generada por la inflación, y por el insuficiente acceso al mercado de capitales.

Por ello, es alentador ver que la Comisión ha seguido las recomendaciones de los expertos y ha descartado la prohibición total de incentivos. De este modo, la nueva estrategia propone únicamente la prohibición de incentivos o comisiones en las ventas de productos de inversión sin asesoramiento financiero, o lo que se conoce como ventas de ‘sólo ejecución’.

Los inversores desean un asesoramiento cercano, transparente y de calidad. Es crucial que estén debidamente informados sobre los productos de inversión y tengan acceso a un asesoramiento adecuado y profesional. La propuesta de directiva precisamente busca mejorar la transparencia de los productos y mercados, y hacerlos más accesibles a los inversores.

Para ello, se busca lograr un mejor coste en relación con el producto, evitar desinformaciones comerciales, reforzar el asesoramiento imparcial y de calidad y, en general, que los productos distribuidos ofrezcan la mejor relación calidad/precio. En la misma línea positiva, se valoriza a los asesores financieros hacia una mayor homogeneización de la exigencia de conocimientos y competencias en los diversos países europeos.

La propuesta de Estrategia de Inversión Minorista de la Comisión Europea presenta un análisis muy relevante de la necesidad de, primero, lograr una mayor presencia y confianza del inversor particular en los mercados de capitales para canalizar su ahorro.

Segundo, en paralelo a lo anterior, se busca generar mayores recursos para complementar mejor la financiación bancaria para pequeñas y medianas empresas, en especial en la perspectiva inmediata de las inversiones en sostenibilidad. Probablemente las medidas anunciadas no serán suficientes y habrá que replantearlas para ser más ambiciosas en un futuro no lejano, de acuerdo con la magnitud de los retos. Mientras tanto, trabajemos para una implementación positiva y que favorezca la protección y el bienestar de los inversores minoristas en Europa.

Josep Soler es delegado Ejecutivo de EFPA España y Consejero de EFPA Europa