La revolución de las compañías de medicina personalizada, más cerca

La medicina personalizada tiene una definición bastante amplia, pero, esencialmente, estamos hablando del uso de la información genética y de otros biomarcadores moleculares, ambientales y de estilo de vida, con el objetivo principal de mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades, y ayudar a seleccionar el tratamiento más adecuado para cada paciente. Este enfoque tiene un gran potencial si consideramos que la generación de nuevos tratamientos está en constante evolución y los pacientes, a menudo, no responden de manera uniforme a un tratamiento determinado.

Para el desarrollo de terapias personalizadas, es necesario caracterizar a los individuos a nivel molecular, lo que implica el uso de tecnologías avanzadas para recopilar la información de todo el genoma, las proteínas y las pequeñas moléculas de una muestra. Las tecnologías ómicas como la Genómica, Proteómica y Metabolómica, entre otras, permiten el análisis de grandes cantidades de datos biológicos sobre individuos y poblaciones, lo que ayuda a la caracterización de las patologías e interpretación de la respuesta terapéutica.

La genómica, por ejemplo, permite identificar mutaciones genéticas que pueden asociarse a enfermedades hereditarias o a la susceptibilidad a ciertas patologías, lo que permite una mayor precisión en el diagnóstico y enfoque terapéutico.

Una vez recopilados todos los datos ómicos, se integran con otros datos clínicos y se aplican herramientas de análisis y algoritmos de aprendizaje automático, lo que entendemos como inteligencia artificial (IA), para identificar patrones, asociaciones y tendencias relevantes para el diagnóstico, pronóstico y tratamiento de enfermedades que ayudan a predecir la eficacia del tratamiento.

Con todo ello, las compañías de medicina personalizada pueden desarrollar herramientas de diagnóstico y terapias innovadoras adaptadas a la composición genética, el perfil molecular y las características clínicas únicas de un individuo, permitiendo diagnósticos más tempranos y precisos, y mejorando la selección de tratamientos más seguros, reduciendo la probabilidad de reacciones adversas. Como resultado, estas empresas están revolucionando la industria de la atención médica al brindar tratamientos más precisos y efectivos y reducir los costes de atención médica a largo plazo, aunque también se ponen de manifiesto algunas carencias a nivel del panorama regulatorio y las consideraciones éticas en torno a la medicina personalizada, que son cruciales para el desarrollo y la comercialización exitosos de estas terapias innovadoras.

Los investigadores del Centro de Ciencias Ómicas (COS), unidad mixta entre la Universitat Rovira i Virgili (URV) y el centro tecnológico Eurecat, trabajan en el desarrollo de metodologías ómicas que ayudan a los médicos a la identificación de biomarcadores de manera efectiva, con el objetivo de trasladar el uso de las últimas tecnologías ómicas al manejo clínico habitual de pacientes. Por ejemplo, en el proyecto europeo OPADE, investigan la combinación de datos clínicos y multiómicos de varios miles de pacientes con depresión severa para conseguir un diagnóstico más preciso y orientar su tratamiento de manera individualizada.

En resumen, con la creciente demanda de soluciones de atención médica más personalizadas y efectivas, se debe enfatizar la necesidad de una inversión continua en investigación y desarrollo para aprovechar plenamente los beneficios de este campo emergente. Las compañías que apuestan por la innovación basada en la aplicación de las ómicas y la IA, se están preparando para desempeñar un papel fundamental en la configuración del futuro de la atención médica, con el fin de mejorar los resultados de los pacientes y reducir los costes del sistema de salud.

Núria Canela es directora técnica del Centro de Ciencias Ómicas (COS), unidad mixta de la URV y Eurecat