Paredes inmunes a la luz y el sonido

Desfiles de moda, sesiones fotográficas de estudio para publicidad y marketing, rodajes cinematográficos... todos necesitan un backstage, unas bambalinas en las que trabajar con el vestuario, el maquillaje o las entrevistas con la prensa. Desde Valls, Blackwall BCN ofrece en régimen de alquiler soluciones constructivas efímeras con muros multifunción, de montaje modular y, sobre todo, negros.

Porque, en este caso, el color no es accesorio, sino central. Lo explica Míriam Benítez (Barcelona, 42 años), cofundadora, junto a Frank Stulik (Ceske Budejovice, República Checa, 46 años) de Blackwall BCN, una marca que, como su nombre indica, apunta claramente al núcleo de su propuesta de valor: muros negros. «Estas paredes modulares -explica Míriam Benítez-, impiden que ni la luz ni el sonido reboten en ellas, con lo cual no cambian nada de lo que se está grabando o fotografiando».

La esencia es que estos espacios, colocados en segundo plano en un desfile de moda o una sesión fotográfica, sean lo más inocuos posible, evitando desencadenar distorsiones por eco o rebotes de luz que cambien las condiciones de un set de rodaje.

Con sede en Valls (Alt Camp) y participante en la última edición del programa de aceleración empresarial Tarragona Open Future, organizado por Tarragona Impulsa con la colaboración de Telefónica, Blackwall BCN nació en marzo de 2022, tras el retorno, en el año 2019, de Míriam Benítez a Valls, el municipio en el que se había criado y había pasado toda su vida antes de trasladarse a trabajar a Londres, donde vivió por 15 años.

En su retorno desde Londres, esta emprendedoras llegó acompañada de su pareja y cofundador de Blackwall BCN, Frank Stulik, con quien había coincidido profesionalmente en Blackwall London, la empresa de la que nació la propuesta que ahora han puesto en marcha desde Valls para toda España, aprovechando la concesión de la marca registrada de muros efímeros.

La última pasarela de Dior en Sevilla para la presentación de la colección 2023 o una sesión fotográfica para Yves Saint Laurent en Madrid y otra para Louis Vuitton en Barcelona son algunos de los trabajos que han llevado a cabo en este tiempo.

Su encargo más reciente es una instalación de 250 metros cuadrados de paredes en Fira de Barcelona para una sesión fotográfica de moda. Exposiciones, galerías, congresos o eventos empresariales con conferenciantes y zonas de networking son otras de las áreas en las que se mueven con sus paredes de un metro de ancho por dos metros de alto, que cuentan con un sistema que les permite ser estables por sí mismas, y totalmente personalizables para las necesidades de cada proyecto.

Con una facturación esperada de unos 80.000 euros al cierre de su primer año y unos 18 proyectos cerrados, confían en duplicar, por lo bajo, esa cifra de negocio durante el próximo año 2023.

Lo harán, en parte, gracias al apoyo recibido en el programa Tarragona Open Future, en el que estuvieron hasta el pasado mes de octubre, y que según relata Míriam Benítez, al frente de la gestión del negocio, «me ayudó muchísimo a ganar confianza en mí misma y a poder estar a la altura del negocio. Es un programa totalmente recomendable para cualquier persona que esté en situación de empezar una empresa».