La escasez de semiconductores tendrá impacto en la oferta de vehículos hasta 2023

La falta de chips semiconductores sigue azotando con fuerza al sector de la automoción. Los datos de ventas de los últimos meses son una clara muestra de ello. Aún así, lo peor para el automóvil es que no se sabe con certeza dónde está el final de esta crisis. Muchos fabricantes se atreven a pronosticar que la escasez de semiconductores tendrá impacto en la oferta de vehículos hasta 2023. 

Al menos así lo aseguran públicamente altos mandos como el CEO de Daimler, Ola Kallenius. De hecho, el fabricante de automóviles, en base a esta crisis, ha recortado su pronóstico de ventas anual. Esperan que las entregas estén cerca de las realizadas en 2020, en lugar de aumentar como se indicaba en un principio. 

Por otro lado, los principales consultores de la automoción predicen que la crisis de los microchips tendrá un mayor impacto en el sector que la pandemia de la COVID-19. 

¿Qué están haciendo las marcas para hacer frente a esta crisis?

Muchas firmas no solo han paralizado la producción en algunas fábricas sino que también han tomado otras decisiones para paliar los efectos de la crisis. Por ejemplo, Mercedes-Benz ha eliminado algunas características específicas de ciertos modelos. La carga inalámbrica de teléfonos móviles, los faros LED multihaz y ciertos sistemas de audio son algunas de las características que han desaparecido.

Otras marcas como Toyota han anunciado un recorte del 40% en la producción mundial. En el caso del último mes, la firma había planeado producir casi 900.000 coches. Sin embargo, la cifra se ha reducido a 540.000 unidades.

Numerosos modelos de Ford también se ven afectados, incluido el Fiesta, el más vendido. 

Agilizar la fabricación de semiconductores

Dada esta situación, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha pedido a Bruselas que agilice los instrumentos que impulsen la fabricación de semiconductores.

Si bien es cierto que Maroto ha valorado como “positivas” las medidas ya anunciadas por la Comisión, ha solicitado un impulso extra que garantice el suministro de los componentes esenciales para “recuperar los niveles de producción de vehículos en las fábricas europeas y españolas”.