Pensemos por un momento en cómo, cada uno de nosotros, responderíamos a esta pregunta:
En tu mejor vida imaginable, ¿Preferirías tener un trabajo de 9 a 5 donde trabajo y vida personal están claramente separados, o uno donde ambos se pueden entremezclar a lo largo del día?
Los que eligen la primera opción son los denominados ‘separadores’, es decir, aquellos que desean diferenciar claramente la vida laboral de la personal, y los que se inclinan por la segunda opción son los denominados ‘mezcladores’, es decir, aquellos que se sienten mejor pudiendo mezclar ambas vidas, laboral y personal.
Un estudio llevado a cabo por la consultora Gallup revela que hay una proporción prácticamente igual del 50% para cada una de ambas preferencias, lo que puede parecer sorprendente a la vista del auge significativo que ha experimentado el entorno laboral híbrido, donde el trabajo y la vida personal se combinan y coexisten en un amplio espectro.
A medida que las organizaciones deciden cuándo y dónde trabajan sus colaboradores, es cada vez más imperativo que los líderes sepan y sean conscientes de quiénes de sus colaboradores son separadores o mezcladores.
Imaginémonos que supervisamos a alguien y no sabemos qué tipo de perfil de colaborador es.
Los separadores pueden tener un buen desempeño o ‘funcionar’ trabajando desde casa o en la oficina, indistintamente, pero necesitan mantener un horario estricto que les permita separar claramente sus ‘vidas’, independientemente de cuál sea su ubicación. Lon mezcladores, sin embargo, no tienen problemas en trabajar durante el fin de semana, por la noche, o muy temprano por la mañana fuera del horario laboral ‘oficial’.
Según el estudio de Gallup, los separadores son mayoritarios en los trabajos relacionados con producción, pero hasta 41% con esta tipología laboral tienen una cierta mentalidad mezcladora. Por otra parte, para la mayoría de otros sectores, tales como Servicios, Salud, Financieros, etc... los porcentajes son muy próximos al 50% para cada tipo de enfoque.
Como era de esperar, los colaboradores cuya actividad laboral requiere su presencialidad en el puesto de trabajo presentan una orientación mayoritariamente como separadores (61%), pero aun en estas circunstancias, hasta un 39% de éstos presentan cierta mentalidad mezcladora. Y aunque 6 de cada 10 colaboradores con esquemas laborales híbrido y remoto prefieren ser mezcladores, todavía hay 4 de cada 10 que preferirían ser separadores y poder así diferenciar y separar claramente sus vidas laboral y personal.
Si nos centramos en los aspectos generacionales, los colaboradores de las Generaciones Z y los ‘jóvenes’ de la Y (Milenials), nacidos a partir del 1990, se dividen prácticamente a partes iguales entre separadores (51%) y mezcladores (49%). Sin embargo, los pertenecientes a los ‘mayores’ de la Generación Y (Milenials), nacidos entre 1980 y 1989, se decantan hacia mezcladores (56%), frente al 44% de separadores.
Los colaboradores de la Generación X, nacidos entre 1965 y 1979, vuelven a mostrar preferencias equitativas, un 52% de separadores frente a un 48% de mezcladores. A medida que la edad de los colaboradores aumenta, éstos se inclinan más hacia el deseo de diferenciar claramente trabajo y vida personal. De esta forma, un 55% de los Baby Boomers (nacidos entre 1946 y 1964 presentan un perfil de separadores, frente al 45% que se identifican como mezcladores.
El estudio de Gallup también refleja algunos otros aspectos de especial relevancia, tales como que:
-El grado de compromiso de separadores y mezcladores con la organización es esencialmente muy parecido en ambos perfiles, al igual que su nivel general de bienestar (wellbeing), lo que demuestra que ambas preferencias del enfoque o ‘relación’ con el trabajo pueden ser igualmente productivas y satisfactorias.
-Los mezcladores, en un 53%, tienen una mayor inclinación que los separadores (47%) en la búsqueda activa de nuevas oportunidades laborales, lo que puede representar un mayor desafío y puede requerir por parte del liderazgo de una mayor atención para conseguir fidelizar y retener el talento.
-Los mezcladores, en un 32% de los encuestados, se muestran ligeramente más propensos a experimentar agotamiento psicológico (burnout) en comparación con los separadores, manifestado en un 29% de los casos.
Así pues, puede ser conveniente y recomendable que los líderes pregunten a sus colaboradores cómo es su mejor vida imaginable. ¿Son separadores o mezcladores? Por ejemplo, saber si....
-¿Les incomoda especialmente recibir y tener que responder a correos electrónicos los fines de semana o durante las horas ‘libres’?
-¿Prefieren estar permanentemente informados para evitar ‘sorpresas’ al reincorporarse al trabajo al día siguiente?
-¿Se sienten especialmente incomodados cuando su vida personal se ve interrumpida por un tema laboral?
-¿Ven el trabajo y la vida personal como dos temas complementarios que pueden gestionar de una forma fluida?
La realidad es que los colaboradores de ambos tipos de relación con el trabajo pueden estar altamente comprometidos y ser muy productivos, pero no ser consciente de quién es de cada tipo, puede conducir a mostrar un menor compromiso, a la percepción de un sentimiento de falta de respeto y, en definitiva, a una mayor probabilidad de que se produzcan episodios de agotamiento mental (burnout).
Alfred Arias, Profesor del MBA-URV y coordinador del Programa Mentoring Hub Experimenta