Ricomà: El último baile del historiador apasionado del arte

Es perico, socio número 71 del Nàstic y trabajó durante años en Caixa Tarragona

18 mayo 2023 21:39 | Actualizado a 19 mayo 2023 07:00
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Si la experiencia fuera un concejal, Pau Ricomà (ERC) ya contaría a día de hoy con un edil añadido el próximo 28 de mayo en la Plaça de la Font. Jubilado de Caixa Tarragona, el candidato más veterano entre los principales partidos afronta a sus 65 años su último baile como cabeza de lista de Esquerra Republicana, después de irrumpir en el Saló de Plens en 2015 y ostentar la vara de alcalde desde el 15 de junio de 2019 hasta la actualidad.

Historiador licenciado en la Universitat Rovira i Virgili (URV), la estabilidad es uno de los hechos diferenciales de este amante del arte y de la música. Y es que a día de hoy muy poca gente puede decir que, en seis décadas y media, ha vivido solo en dos pisos y llevar, además, casado desde hace más de cuarenta años.

El ahora líder de Esquerra nació un 5 de diciembre de 1957 en el número 48 de la Rambla Nova – justo al lado del Metropol–. Allí vivió hasta 1982, cuando se casó con Marisa y se mudó a la otra punta de la Rambla, a tocar de Joan XXIII, donde sigue viviendo a día de hoy. Con Marisa, a quien conoció cuando él tenía 16 años y ella 15, tuvieron a Olga y Pau. Además, a nivel familiar, ostenta desde hace ocho años el mejor papel: es abuelo de Roc, Toni y Magí.

Vendimiar y lavar vasos

El primer trabajo de Ricomà fue vendimiando en Vespella y la Nou de Gaià cuando tenía 16 años. Posteriormente «también lavé vasos en una discoteca» y hasta trabajó en Tráfico en el actual edificio de la Subdelegación del Gobierno Central de la Plaça Imperial Tarraco. ¿Qué hacía? «Observaba con lupa fotografías de matrículas para identificarlas», indica.

1981 fue un año importante para el ahora alcalde. El 23F, cuando hacía la mili en Madrid, se produjo el golpe de Estado del teniente coronel Antonio Tejero. Y el entonces joven Ricomà fue uno de los 200 militares de la Brunete que ese día estuvieron en las Cortes Generales. Ya de vuelta del servicio militar aprobó las oposiciones para entrar en Caixa Tarragona. En la antigua entidad financiera fue director de oficina en Salou, Torreforta y en la calle Colom de la capital, hasta que pasó a las labores sindicales con el Sindicat d’Estalvi de Catalunya y el Sindicat d’Empleats de la Caixa Tarragona.

La experiencia sindical le curtió, formando parte del consejo de administración en un tiempo muy convulso. «Fue un momento para plantar cara. De esa época aprendí que vivir sin miedo es lo mejor que hay, ya que si el adversario nota que lo tienes, te aprieta», indica. También estuvo en la CNT y fundó las Joventuts Llibertàries de Tarragona

De formación cristiana en el Sagrat Cor, el Sant Pau y el Seminari, se inició en política en la extinta Unió Democràtica de Catalunya (UDC), en gran parte, por su «gran respeto» por Carrasco i Formiguera. En el año 2000 se afilió a Esquerra Republicana. Socio número 71 del Gimnàstic, es un independentista aficionado al... ¡Espanyol!

Con todo este bagaje político y sindicalista, no es de extrañar que su película favorita sea El Padrino. Como decía Vito Corleone, «cada hombre tiene su propio destino». Y el de Ricomà lo decidirán los tarraconenses en las urnas el próximo 28 de mayo.

Apasionado de los castells, la vida de Pau Ricomà no se entendería sin la Colla Jove Xiquets de Tarragona. Tiene faixa y camisa desde hace casi cuatro décadas (1984) y, de hecho, ha presidido la entidad en dos etapas distintas: 1989-1991 y 2000-2001. Desde hace algunos años, además, la colla de Cós del Bou es todavía más motivo de orgullo para Pau, ya que sus nietos Roc y Toni ya suben en algunas construcciones desde justo antes de la pandemia del coronavirus. «Me hace mucha ilusión verlos», reconoce.

Precisamente, en la imagen que acompaña esta página, que es del año 2022, se aprecia a Ricomà junto a su mujer Marisa, su hija Olga (que entonces estaba embarazada de Magí), su yerno Joan y sus nietos Roc y Toni.

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