Tarragona: las ‘pelis’ de Pedro Sánchez

Nuestro gozo en un pozo. ‘Prometator Man’ Pedro Sánchez, el hombre que ha batido el record de la Vía Láctea de más anuncios electorales en menos tiempo, no hizo ninguno ayer en el mitin que dio en Tarragona para apoyar al alcaldable socialista, Rubén Viñuales. Pero al protagonista de la película El (no) pagador de promesas no le hizo falta.

Pedro llenó hasta los topes la sala Eutyches del Palau de Congressos. Se completó el aforo, hubo personas de pie, se ocupó una sala adjunta y hasta se quedó gente en la calle. Vamos, el triple de supporters que en el mitin de ERC del jueves. Es de primero de organización de actos escoger salas pequeñas para dar sensación de lleno.

Bien. O no. ¿No se atrevieron los ‘sociatas’ a organizar el mitin en una sala grande? ¿Fue el local de Ramon i Cajal sede del rodaje de El miedo (a no llenar)? ¡Pero si Alberto Núñez Feijóo (alias la próxima víctima de Isabel Díaz Ayuso) llenó la plaza de toros de Valencia!. Vale que era domingo y que era Valencia. Pero igual Rubén y los suyos pensaban que Pedro no era tan diestro (uff, chiste facilón).

Entre los presentes estuvo la candidata del PSC en Reus, Sandra Guaita. Si viene el ‘Gran Jefe No Pactaré-con-Podemos-Sí-Pacto-con Podemos’, una se acerca a la capital. Aunque no sea para colgar histriónicos megaanuncios ganxetianos en la estación de buses de Tarragona.

Cuando Pedro entró, se desató la locura. Besos, selfies, abrazos... Había llegado el actor principal de El líder, El hombre deseado, El mesías... Tres en uno, que Sánchez sabe engrasar las relaciones con Catalunya. ERC mediante, claro.

Con el presidente del Gobierno venían Rubén, la número 2 de su lista, Montse Adan; y el líder del PSC, Salvador Illa. «Hay ganas de cambio», aseguró Adan. Cierto. Rubén sabe un rato de cambio de partido.

El candidato advirtió a Sánchez que «si soy alcalde tendrás que darme zcita para hablar de muchas y muchas cosas». Por lo visto sueña con rodar una nueva versión de Peso pesado (y que no hable de boxeo). O emular a Paco Martínez Soria en Don Erre que Erre.

Viñuales agradeció a sus compañeros de lista que se hayan querido sumar «a este gran proyecto que es el socialismo». Rubéeeen. Si tu exjefe Albert Rivera levantara la cabeza, volvería a dimitir. Quién te ha visto y quién te ve.

En su aburrido discurso, Illa presumió por activa y por pasiva de la «política útil» del PSC y el PSOE. También lo hizo luego el propio Pedro Sánchez. Curioso. La dirigente de ERC Marta Vilalta aseguró el jueves en Tarragona que Esquerra es el «independentismo útil». Marta, Salva y Pedro podrían viajar juntos en un util-itario (argg, otro chistaco horrible. ¡Perdónnn!).

Tras el bajonazo de Illa, llegó la apoteosis. Pedro merecería un Oscar por El orador, pero un suspenso en toponimia: soltó dos veces «los tarragoneses y las tarragonesas». Vino a decir que ha salvado a España de las garras de la derecha. Igual se cree el prota de El protector.

Al acabar, nuevo baño de multitudes. A la salida del Palau, una señora presumió de que «le he saludado (a Sánchez) y me ha dicho ‘¿Y los dos besos?’ y me los ha dado». Una amiga le replicó: «Si me los llega a dar a mi, me desmayo». Nuevo papel para Pedro: El seductor. Una gran filmografía. ¡Ah! No olvidemos su mejor rol protagonista: La Gran Mentira.