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Aragón libra la batalla por Sijena solo ‘contra’ Catalunya

El Gobierno aragonés quiere devolver a Sijena las obras ‘catalanas’, pero no reclama para el monasterio las que están en otros museos

La sala del MNAC donde se encuentran las pinturas murales de Sixena.Foto: ACN

Alexandre Nadal
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El Tribunal Supremo confirmó el miércoles de la semana pasada la sentencia de la Audiencia Provincial de Huesca que obligaba al Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) a devolver las pinturas murales al Monasterio de Villanueva de Sijena (Huesca) para restituir así su sala sala capitular. La demanda, interpuesta por el Gobierno de Aragón, es solo un capítulo más del litigio judicial entre Aragón y Catalunya, que hace más de 20 años que dura. Ya en diciembre del 2017, 44 bienes del Museu de Lleida fueron devueltos al monasterio oscense escoltadas por una decena de vehículos de la Guardia Civil.

A pesar de que la dispersión de las obras de Sijena engloba otras partes de la geografía española y mundial, el litigio aragonés se ha centrado en recuperar los bienes expuestos en los museos catalanes (Museu de Lleida y MNAC). Las obras de Sijena expuestas en otros lugares fuera de la geografía catalana no han sido objeto de reclamación por parte del Gobierno aragonés.

El Museo del Prado de Madrid alberga la Tabla de la Natividad, que es un fragmento del retablo mayor del Monasterio y que fue adquirido en subasta en 2003. El Museo de Zaragoza también alberga uno de los sepulcros góticos de las prioras de Sijena. También encontramos obras en el Museo de Santa Cruz de Toledo o en el Museo Larreta de Buenos Aires.

La obra La Adoración de los Reyes Magos, que se encuentra expuesta en el Meadows Museum de Dallas, es otra pieza original del retablo mayor del Monasterio de Sijena. En un principio, la obra fue catalogada como pieza italiana de inicios del siglo XVI, pero un técnico experto del Museu de Lleida, el conservador de las obras, Albert Velasco, descubrió que se trataba de un fragmento del retablo de Sijena. El Museu de Lleida ofreció 130.000 francos por la tabla, pero finalmente la adquirió la galería madrileña Caylus, que poco después la vendió por 500.000 dólares al Meadows Museum de Dallas. El Gobierno de Aragón nunca intentó adquirir la obra.

Más litigios a la vista

Albert Velasco, que actualmente es el profesor de legislación y tutela del patrimonio artístico de la Universitat de Lleida, recuerda que encontró la pieza en una subasta en Suiza y logró que la Diputación y el Museu de Lleida hicieran lo posible para adquirirla. «El Gobierno de Aragón nunca la compró. Esta pieza podría estar en Sijena si el Gobierno de Aragón hubiera querido, pero ahora está en Dallas», recuerda.

El experto indica que todavía hay muchas obras originarias de Sijena en Catalunya que no han sido reclamadas, pero advierte que las sentencias judiciales como la del Tribunal Supremo han abierto la puerta a que se abran nuevos litigios, ya que han establecido jurisprudencia. «En un futuro veremos más litigios», anticipó Velasco. El experto en conservación patrimonial recuerda que el Museo de Huesca y el Museo de Zaragoza tienen expuestas piezas de Sijena y no las han trasladado al Monasterio. «La nueva museografía que se inauguró en Sijena incorporaba las piezas con las obras que salieron del MNAC en 2016 y del Museu de Lleida en 2017 pero no se entiende por qué no han hecho lo mismo con las piezas que hay en Huesca o Zaragoza», expuso.

Las pinturas, en peligro

El profesor advierte del gran riesgo en el que se encuentran las pinturas murales si se trasladan. «Las pinturas murales están en riesgo. Se trata de una operación de desmontaje, traslado y montaje a unas pinturas que se encuentran en una situación delicadísima, que fueron quemadas durante la guerra civil, fueron arrancadas, tienen problemas químicos y físicos y que son extremadamente sensibles a vibraciones y a los cambios de clima», advierte el experto. Velasco comenta que sus colegas extranjeros «se echan las manos a la cabeza viendo la operación de traslado a la que se van a someter las pinturas solo por moverlas 200 quilómetros». «Se trata de una operación tan problemática y compleja que las contraindicaciones técnicas superan con creces los beneficios que supone que el patrimonio vuelva a su origen».

El profesor de legislación y tutela del patrimonio artístico de la Universitat de Lleida afirma que hay una «voluntad política» en reclamar las obras que se encuentran en Catalunya mientras que no se hace con las que se encuentran en el Museo de Zaragoza y Huesca. «No se entiende que se haga solo con las piezas que hay en Catalunya», comenta.

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