El 12 de octubre de 1922, hace cien años, el pleno del Ayuntamiento de Montblanc ya proclamó la «nació catalana» y el derecho a erigirse con un gobierno propio.
Hoy sábado, todos los concejales del actual Consistorio conmemoraron la efemérides en un pleno extraordinario, que terminó con el descubrimiento de una placa en el mismo salón de plenos, con presencia de representantes de entidades que hicieron posible la celebración del referéndum del 1 de octubre de hace cinco años, como Òmnium Cultural o la ANC.
La moción presentada al pleno, y que también fue votada por los concejales puestos en pie, «para dar una mayor solemnidad al acto» –como hace un siglo–, recordaba que hace 100 años, Montblanc así como toda Catalunya vivían inmersos en un estallido de catalanismo y de nacionalismo.
Había terminado la Primera Guerra Mundial y se habían modificado fronteras. Ese año, en la capital de la comarca se habían sucedido dos ayuntamientos con un aire marcadamente catalanista. Junto con las Joventuts Nacionalistes y el Orfeó Montblanquí organizaron una serie de actos de promoción, de reivindicación y de profundización nacional.
Los dos más destacados fueron por una parte unas grandes fiestas culturales y patrióticas el 12 de febrero, que contaron con la presencia de Josep Puig i Cadafalch y Lluís Millet i Pagès, presidentes de la Mancomunitat de Catalunya y del Orfeó Català, respectivamente.
El segundo acto fue el pleno extraordinario del 12 de octubre, presidido por el alcalde Joan Poblet Civit, mientras algunos celebraban la Fiesta de la Hispanidad. El Ayuntamiento, haciéndose eco de la campaña desplegada por Catalunya Sí (CatSi), aprobó por aclamación de todos los concejales la nación catalana.
Hoy, el actual alcalde, Josep Andreu, afirmó que el 1-O de hace cinco años posiblemente será un «punto de inflexión en la historia de Catalunya». Y recordó que hace cien años, aquella misma sala hizo una declaración «a favor de la libertad del pueblo de Catalunya».
El concejal Lluís Munné, de Junts per Montblanc, recordó que el 1922 se puso de moda el nacionalismo, mientras que Oriol Pallissó (ERC) aseguró que el 1-O había sido un «éxito de país» y una «demostración de fuerza cuando todos vamos a una».
Los recuerdos
Francesc Benet (no adscrito) recordó que hace cinco años era presidente del Consell Comarcal –con un gobierno de unidad– y de cómo fueron las reuniones preparatorias. «Todo se votó por unanimidad, incluso por el conseller del PSC». «Era el tiempo en que la estelada nos unía todos», dijo.
Aseguró que como temían que la Guardia Civil les había pinchado los teléfonos, tenían que hablar en clave: las pelotas de pádel eran las papeletas y las raquetas, las urnas.
Comentó que las urnas se guardaron en Montblanc y que la noche anterior lo montaron todo en la parte inferior del Sindicat, «a oscuras». «Y los trece concejales entramos al estilo torero con las urnas en el Col·legi Muralles». «Se acabaron las ‘pelotas’ y con el concejal Santi Porta fuimos a buscar más al Sindicat. Y en el Foradot nos encontramos a tres personajes, que vimos que eran militares. Llamamos al Pep –Andreu– para avisarle. Y cuando volvimos al colegio tenían la bronca montada, tanto que los tres policías tuvieron que dar media vuelta y no se acercaron al colegio».
También recordó como algunos compañeros del Club Atlètic cada vez que creían que se acercaban los policías retiraban las urnas, que saltaban al otro lado de la verja, donde eran recogidas con destino al Santuari de la Serra, «y allí se guardaban debajo de las faldas del Sant Sepulcre» hasta que pasaba el peligro.
Antes, el exdirector del Arxiu Comarcal de la Conca, Josep Maria Porta, hizo un repaso al acontecimiento histórico de 1922 poniéndolo en contexto. Y recordó que con la llegada de la dictadura de Primo de Ribera, todos los concejales que participaron en la votación también fueron a parar a prisión.
