La sesión matutina de esta nueva jornada de deliberaciones en el cónclave ha concluido sin éxito. Por segunda vez desde el inicio de la elección papal, la chimenea de la Capilla Sixtina ha emitido fumata negra, señal inequívoca de que los cardenales reunidos no han alcanzado aún el consenso necesario para elegir al sucesor de Francisco.
Miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro observaron con expectación cómo el humo oscuro se elevaba hacia el cielo, disipando momentáneamente las esperanzas de un anuncio inminente. La fumata negra, producida mediante la quema de las papeletas de votación junto con sustancias químicas especiales, indica que ningún candidato ha alcanzado la mayoría de dos tercios requerida para ser proclamado Papa.
El cónclave continuará con nuevas rondas de votación esta tarde. Se espera que la siguiente votación se produzca entre las 16 horas y las 18.30 horas. El primer día de cónclave, la primera fumata no apareció hasta las 21 horas. Mientras tanto, el mundo católico permanece a la espera, con el corazón en Roma, aguardando que el Espíritu Santo ilumine pronto el camino hacia un nuevo pontificado.
Aunque todo puede suceder, los cónclaves de los últimos siglos han concluido a los dos o los tres días. El Papa Francisco y Benedicto XVI fueron escogidos, en 2013 y 2005 respectivamente, fueron nombrados Papa en el segundo día de cónclave. Juan Pablo II lo fue en el tercero. En los últimos 120 años, los cónclaves más largos fueron los que escogieron a Pío XI en 1922 y Pío X en 1903: 5 días.