El ocio nocturno recupera el ritmo en verano tras dos años de pandemia de coronavirus

Después de dos estíos con las restricciones provocadas por la Covid, el sector se levanta. Salou recibe turismo francés, inglés y nacional, mientras que Reus continúa creciendo

03 julio 2022 19:59 | Actualizado a 04 julio 2022 19:00
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Dos años han pasado desde que el ocio nocturno contempló el verano como un castigo. Lo que antes había sido la temporada estrella ad eternum se había convertido sin previo aviso en un quiero y no puedo constante. El coronavirus azotó con fuerza en el 2020 y 2021 y dejó dos estíos decepcionantes para el sector. En el 2020 apenas hubo aperturas, y si las hubo fueron con unas restricciones muy exigentes. En el 2021 se retomó algo más la actividad, pero con unas medidas en cuanto a aforo y tiempo que impedían todavía hablar de normalidad.

A 4 de julio de 2022 ya se puede hablar en pasado de ese contexto. La normalidad ha vuelto al ocio nocturno. Solo basta con acudir alguna noche a Salou o las zonas de fiesta de Tarragona o Reus para comprobar de primera mano que la fiesta ha regresado. Las discotecas presentan llenos, los garitos durante los fines de semana apenas tienen mesas disponibles y el ritmo de recuperación apunta a ser optimista. Todo esto lo facilita el hecho de que es el primer verano en tres años en las que las medidas limitantes no existen. No hay restricciones de aforo, ni de tiempo, ni de espacio y tampoco se pide ya el pasaporte Covid.

Este clima de optimismo se respira durante todo el verano y nada apunta a que vaya a cambiar porque no se prevén parones ni la entrada de restricciones por el Covid. Manolo Martínez, propietario de la discoteca Kiss y del Bar Bessito, confirma que el sector del ocio nocturno vuelve a respirar: «Estamos muy contentos. La gente vuelve a salir y a disfrutar y nosotros nos estamos recuperando. Va a ser un verano para pagar todo lo que hemos perdido durante los dos últimos años».

Lo cierto es que para el sector era necesario una temporada de ganancias, puesto que los dos últimos años han sido una losa pesada de la que todavía tardarán tiempo en recuperarse: «Si no llegar a ser por las pequeñas ayudas y los ahorros que teníamos hubiese sido imposible tirar para adelante. Hemos sido un sector abandonado al que no le han dado ni voz ni voto».

Es una realidad que el ritmo de la noche ha vuelto, pero también resulta interesante cómo ha cambiado la pandemia el ocio nocturno. Martínez confirma que ha generado modificaciones: «La mentalidad de la gente ha cambiado para bien. Ahora salen a disfrutar con más ganas y conscientes de que puede ser la última noche por si se vuelven a aplicar medidas. Digamos que han aprendido a convivir con la incertidumbre». Otro cambio que ha notado el propietario de la discoteca salouense es el miedo latente que sigue al Covid: «Todavía hay miedo. Hay gente a la que se le nota que no se siente del todo segura. Por eso yo no hablaría todavía de normalidad absoluta en el ocio nocturno. Se ha vuelto a la normalidad en cuanto a medidas, pero no en el ambiente».

Precisamente por ello no le sorprende a David Medina, director de la discoteca La Fábrica de Reus, que el público objetivo de su discoteca se haya definido todavía más: «Han aumentado las ganas de fiesta y hay día que las entradas anticipadas se agotan y no se pueden vender entradas en taquilla por cuestión de aforo. La gente a partir de los 30-40 años ya no sale tanto, pero la juventud de los 18 años a 25 años han cogido las discotecas con muchas ganas».

El buen ritmo del ocio nocturno lo confirma que Reus sigue siendo un lugar concurrido y eso que en verano Salou siempre ha sido el epicentro de la fiesta: «Pese a que es verano y la tendencia siempre ha sido ir a Salou, nosotros seguimos llenando de jueves a sábado y eso es una gran noticia. Ya nos hacía falta», explica medina.

Otro de los cambios apreciables que ha generado la cuarentena es el auge de los tardeos. Las fiestas que se realizan desde la tarde, sobre todo los domingos, están teniendo más éxito. Éstas comenzaron a implantarse como consecuencia del toque de queda del verano pasado y parece que han llegado para quedarse.

La guerra de Rusia y Ucrania también ha tenido sus efectos. Salou siempre ha sido un destino predilecto para unos turistas rusos que apenas han llegado este verano. Eso le ha dado cancha a un turista francés e inglés que sigue creciendo con el paso de los años. Eso sí, el turismo nacional sigue siendo el principal foco del turismo en cuanto al ocio nocturno.

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