El Ayuntamiento de Vandellòs i l’Hospitalet de l’Infant ya ha abierto al tráfico el tramo reurbanizado de la Via Augusta que estaba en obras desde principios de año. Tras siete meses de trabajos, este viernes tuvo lugar el acto inaugural, que contó con la participación de numerosas entidades locales, como los Gegants de Foment Cultural, los tabalers del Ball de Diables de L’Hospitalet de l’Infant, la Banda municipal de música Clau de Vent, el Grup de Dones Blanca d’Anjou, así como una exposició fotográfica del proceso de las obras que ha realizado el vecino Teo Castillo.
Los trabajos se han centrado en el tramo de la avenida comprendido entre las calles Vandellòs y Masriudoms y han contado con una inversión de casi 1,2 millones euros. La actuación ha consistido en doblar el ancho y la superficie de la mayoría de tramos de las aceras para ganar espacio peatonal. Además, se han doblado también las plazas de aparcamiento con el objetivo de favorecer las dinámicas comerciales del entorno.
La idea, según expresó el alcalde, Alfons Garcia, era transformar este tramo de vía «para dar prioridad a los peatones, al uso cívico de esta avenida; dinamizar el comercio local y la actividad económica en general, y favorecer la movilidad sostenible».
Este tramo de la Via Augusta, que antiguamente era la carretera N-340, constituye actualmente uno de los principales ejes comerciales, de ocio y restauración de la localidad. Antes de las obras, la avenida estaba formada por dos aceras, dos medianas y tres calzadas para vehículos, pero el Ayuntamiento consideró que había llegado la hora de convertir esta avenida en una vía urbana moderna e incorporar aspectos culturales e identitarios. Para ello, se llevó a cabo un Estudio histórico-arquitectónico-urbanístico, con una diagnosis del estado actual y el proyecto de intervención que se ha ejecutado ahora en el eje urbano de la Via Augusta.
Con esta voluntad, se ha mantenido el acceso y el paso de vehículos de forma convencional, pero con una vía de dos carriles, uno por cada sentido de circulación. También se ha dotado la vía de la mayor capacidad de aparcamiento posible, para potenciar su función de casco urbano; y al mismo tiempo se ha ensanchado al máximo el espacio peatonal, para permitir un paseo ancho y agradable y, donde sea necesario, terrazas o espacios de estancia.
Las obras en este tramo de la Via Augusta han servido para transformar la antigua N-340 en una avenida urbana, con aceras anchas y más espacio para aparcamiento.
