La Vil.la del Moro de Torredembarra ha sido declarada Bien Cultural de Interés Local (BCIL). Con esta catalogación, el yacimiento romano ha quedado protegido y a partir de ahora, todas las intervenciones que se lleven a cabo en su interior y alrededores protegidos, deberán contar con un informe previo del Departament de Cultura de la Generalitat para evitar afectaciones sobres posibles restos que todavía no hayan salido a la luz
En este punto podrían verse involucradas algunas viviendas adyacentes al recinto, lo que generó alguna duda entre los grupos municipales cuando, en el plenario de mes de enero, se aprobó la declaración. En este sentido se pronunció Javier Ramírez (C’s), al preguntar qué consecuencias jurídicas habría sobre los propietarios de las fincas afectadas, y el concejal no adscrito, Toni Cruz, cuando mostró su preocupación por «cómo se acotará el espacio y cómo se gestionará en caso de que aparezcan más restos».
A ello la concejal de Cultura y Patrimonio del Ayuntamiento, Núria Batet, respondió que, en caso de que en el transcurso de algunos trabajos, aparecieran restos en algún jardín particular, éstos podrán exponerse en el propio jardín o bien trasladarse al museo pertinente. Un hecho que, por su parte, defendió Angie Muños (PSC): «Urbanísticamente, declarar la Vil.la del Moro como BCIL no supone ningún cambio. Se haga lo que se haga, los restos deben ser tratados como se merecen».
Con todo, más allá de estas pequeñas discrepancias, todos los grupos municipales coincidieron en destacar la importancia de dar valor al patrimonio histórico y cultural del municipio.
Dos villas en una
La Vil.la romana del Moro está situada en el barrio de Clarà, justo en medio de la urbanización del Racó Romà.
Los trabajos arqueológicos que se han llevado a cabo a lo largo de los años sacaron a la luz dos villas romanas superpuestas a nivel arqueológico, lo que la convierte en un elemento singular dentro del conjunto del patrimonio arqueológico de Catalunya.
La primera villa que se construyó correspondería a la segunda mitad del siglo I aC y, al parecer, sufrió un incendio. Más adelante fue derruida para construir otra nueva, en este caso a medianos del siglo I dC, que fue abandonada hacia la segunda mitad del siglo II o principios del siglo III dC.
