El pasado mes de abril, el Ayuntamiento de Cambrils anunció que cambiaría 30 plazas azules por un parking regulado por cámaras con un límite de tiempo de estacionamiento gratuito. Estas zonas están delimitadas de color rojo y se pueden encontrar en la parte inicial y final de la calle Pau Casals, debajo de la nueva rambla Jaume I.
Este verano tenía que ser la prueba piloto de estas nuevas plazas para comprobar si ayudarían a la rotación de coches aparcados y a mejorar la circulación de la calle y el barrio.
El problema es que, aunque las plazas estén pintadas de rojo y las cámaras colocadas en la entrada y salida de la calle, aún no se encuentran en funcionamiento. Así lo afirma el actual concejal de Movilidad, Enrique Arce, que dice que se anunció este nuevo modelo «sin tener nada comprado ni solicitado».
«Una solución para mejorar la movilidad y estacionamiento
de la zona sería desplazar algunos coches por otras calles»Enrique Arce
Concejal de Movilidad
Eso retrasó la puesta en marcha de este aparcamiento, ya que no pudieron empezar con los trámites hasta que no entró el nuevo gobierno.
A inicios de semana, el día 19, entraron las zonas rojas en la ordenanza municipal de parada, estacionamiento y retirada de vehículos. Actualmente, los equipos técnicos del Ayuntamiento están ultimando los detalles, lo que puede indicar que en los próximos meses empiece la prueba piloto, que tendría que haber sido en la época estival.
El funcionamiento consiste en estacionar el coche durante 20 minutos de manera gratuita. Los vehículos estarán controlados por unas videocámaras, a través de la lectura de la matrícula, que se sitúan en la entrada y salida de estas zonas de aparcamiento. Si se supera este límite de tiempo, el coche será sancionado directamente.
«El objetivo de este estacionamiento es mejorar y garantizar una buena rotación de vehículos», explicó el antiguo concejal de Movilidad, David Chatelain, en la presentación del proyecto que tuvo lugar en abril.
«La calle Pau Casals se ha convertido en una ratonera»
Carles Rovira
Presidente de la Associació de Veïns del Barri del Port
Aunque los vecinos están de acuerdo en que este proyecto ayudará al movimiento de vehículos, creen que los 20 minutos son insuficientes. «Es inviable en tan poco tiempo dejar el coche, subir a casa, hacer cualquier gestión y volver a bajar», argumenta el presidente de la Associació de Veïns del Barri del Port, Carles Rovira.
Tras esta queja, Arce comenta que estas zonas están pensadas para la gente que va a comprar a los comercios y no tanto para la gente que reside en la zona.
Mucha gente estaciona en esta zona para comprar en el supermercado o la frutería que se encuentran en esa misma calle. Una pareja de Zaragoza, que es la primera vez que usa, este estacionamiento, asegura que «para algo urgente está bien. Pone 20 minutos y nosotros solo hemos estado 5, que es lo que hemos tardado en comprar en el supermercado».
Pero en la pescadería, la historia cambia. «Con 20 minutos no te da tiempo ni a que te atiendan», se queja Francisco. «A lo mejor, si fuese media hora...». En épocas festivas, como el verano o Navidad, este tipo de tiendas suelen tener mucha más afluencia de gente y les resulta «imposible» comprar con solo este tiempo.
Colapso de vehículos
Otra de las quejas de los vecinos es el problema de circulación que tiene el barrio. Por esa zona quedan muy pocas calles sin peatonalizar y Pau Casals se ha convertido en la única opción de los coches si quieren traspasar el barrio, ya que la rambla está cortada por las tardes y eso conlleva que se acabe colapsando Pau Casals.
«Otro motivo es que hay coches de carga y descarga en medio de la calle, vehículos mal estacionados o en doble fila que no te dejan pasar...», explica Rovira. «Pau Casals se ha convertido en una ratonera», sentencia.
«20 minutos no son suficientes ni para que te atienda alguien en la pescadería»
Francisco
Vecino
Arce explica: «A finales de verano detectamos que la calle se estaba colapsando por parte de los que querían entrar al parking subterráneo del Pòsit, así que decidimos desplazar los coches que no querían estacionar por la calle València». También comenta que esto sería una solución a tener en cuenta para mejorar la situación de colapso actual.
De momento, con los problemas de movilidad, carga y descarga y zonas de aparcamiento, solo quedan 20 plazas para estacionar en el centro del barrio del puerto, sin contar parkings privados.