Un mes después del inicio de obras, el paseo marítimo de La Pineda ya ha desaparecido prácticamente por completo en el tramo entre las calles Hipòlit Lázaro y Camí del Racó. La fase de demoliciones avanza según el plan de trabajo previsto por el servicio de Costas del Estado, responsable de la obra. Los trabajos se alargarán durante doce meses, por lo que se desarrollarán durante toda la temporada turística, en un tramo de playa que concentra la mayoría de hoteles de La Pineda.
La zona del paseo que se está renaturalizando se cerró al paso de vehículos y peatones el pasado 17 de febrero. Desde entonces, la circulación rodada se desvía hacia la calle Camí del Racó, mientras que los viandantes pueden seguir circulando por la zona interior del paseo, donde por ahora no se actúa. Las aceras, la calzada, el alumbrado y las zonas verdes que había en este espacio ya se han eliminado y dejarán paso a una playa con 20 metros más de ancho.
Algunos comerciantes y vecinos de La Pineda han expresado al Diari el temor a que estas obras afecten a la temporada turística. «Ya se ha notado un traspaso de gente que evita pasar en coche por la zona del paseo Pau Casals que sigue abierta y circula por otras calles, lo que hace que haya menos flujo de personas», afirma un hostelero de la zona. Lamenta, además, que no se haya planificado la obra de tal forma que se interrumpa durante los meses de más actividad.
Otra de las dudas recurrentes entre los residentes es cómo afectarán estas obras al tráfico en la época en que haya más coches.
Corredores para peatones
A un mes para que comience la Semana Santa, todavía no se han concretado las medidas que se tomarán para reducir el impacto de los trabajos en la actividad turística. La idea que ha trasladado el Ayuntamiento de Vila-seca es abrir corredores de peatones para conectar el flujo de gente desde los hoteles hacia la playa. El tramo de paseo en obras abarca casi 1 km de longitud.
«El objetivo es minimizar cualquier afectación a los usos habituales de la playa durante la temporada estival», aseguran fuentes del servicio de Costas. Cuestionados por los pasos para que puedan circular los peatones, afirman que trabajarán «para garantizar la mejor integración posible de las obras con el entorno y la seguridad de los usuarios».
Otro aspecto que se tendrá que definir en los próximos días es cómo montar esta temporada los dos chiringuitos que se encuentran en el tramo de playa afectado por las obras. Los concesionarios de estos dos negocios están actualmente en conversaciones con el Ayuntamiento y agradecen la predisposición para encontrar una solución. En este sentido, confían en poder llegar a Semana Santa y empezar a instalarse en la playa a principios de abril.
Por otro lado, el Patronat de Turisme también prevé trasladar de cara a Semana Santa la oficina de turismo que tenía en la zona de césped del paseo.