Vila-seca convertirá el año que viene en zona de peatones el tramo de la calle Sant Jordi que hay junto al Parc de la Formiga, entre las calles de la Riera y Monterols. Esta actuación se enmarca dentro de la estrategia del Ayuntamiento por pacificar el tráfico rodado en las inmediaciones de los parques infantiles y jardines públicos del municipio. De este modo, se pretende ganar más espacios para las personas sin eliminar la circulación de vehículos, pero introduciendo medidas para reducir el riesgo de accidentes por la interacción entre coches y personas.
En este caso, las obras servirán para reordenar todo el espacio que existe junto al Parc de la Formiga para dar prioridad a los peatones. Así, está previsto convertir en plataforma única el tramo de calle que existe entre la pista polideportiva y el parque infantil, hasta el límite con el inicio de los edificios. En este ámbito, se eliminarán las plazas de aparcamiento existente y se pavimentará el actual espacio de calzada al mismo nivel que las aceras.
Por otra parte, la actuación también pretende modificar el espacio público destinado a terrazas de bares para potenciar un flujo de peatones continuo. Así, está previsto que se plante una línea de árboles que sirvan de separación entre las terrazas de los bares y el paso de personas.
Asimismo, también se acondicionarán las zonas verdes existentes con la incorporación de nuevo mobiliario urbano y la creación de un muro vegetal que separe el espacio de parque de la zona de circulación de vehículos. En total, se actuará sobre una superficie de 4.628,36 m2. Cabe recordar que el año pasado ya se llevó a cabo una profunda transformación en este mismo punto con la renovación integral del parque de La Formiga.
Las obras, que tendrán un coste cercano a los 170.000 euros, se licitarán antes de que acabe el año y deberían estar listas antes del próximo verano. «Ahora hacemos esta actuación para generar la sensación de que todo el parque es una única plaza, pero esto forma parte de un proyecto más ambicioso que llevaremos a cabo a medio plazo», avanza el alcalde, Pere Segura. En este sentido, todavía se está estudiando la posibilidad de cerrar al tráfico de forma permanente este tramo de vía o mantener el sistema de pilona móvil para cerrar el paso a vehículos solo a determinadas horas del día. Un mecanismo que se utiliza desde hace cinco años durante las tardes de julio y agosto.
«El espacio quedará preparado para poder cerrarlo al tráfico, pero eso es algo que todavía no está decidido. De momento, lo que queremos fomentar es que no haya obstáculos para los peatones», aclara Segura. En todo caso, solo se cerraría al tráfico la parte de calle que colinda con el parque, dejando el acceso libre a los parkings de los edificios desde la calle Monterols.
Transformación del Colomí
Esta actuación será la antesala de cara a una transformación más profunda del espacio urbano que está planeando el consistorio y que se centrará en el barrio del Colomí. En las próximas semanas, está previsto que se anuncie un proyecto integral para una nueva ordenación de los espacios exteriores públicos de este barrio y el entorno de la estación de tren. Entre los objetivos, está suprimir las barreras arquitectónicas y la generación de espacios comunes de paseo, juego y deportivos.
Esta acción forma parte del acuerdo para aprobar las cuentas de 2023 que alcanzó el gobierno municipal con Joan Anton Ramírez y el resto de regidores no adscritos.
