Anna d’Ivori: la voz frágil y sensible del pop de autor

Un compañero de piso, mientras vivía la experiencia de un Erasmus, la apuntó al casting de La Voz y llegó a la final de esos ensayos

08 enero 2023 09:03 | Actualizado a 08 enero 2023 19:00
Se lee en minutos
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

La tarraconense Anna d’Ivori (30 años) ha convertido la música en un auténtico estilo de vida. Desde los cuatro años se ha relacionado con los instrumentos, de hecho la artista ha completado gran parte de su trayecto formativo en casa. Se ha rodeado de grandes maestros, como el pianista Conrad Setó y posteriormente Jordi Clapés, para saciar su afán de aprendizaje. Esa capacidad para el progreso no se ha apagado. Anna todavía cursa clases particulares para conservar ese espíritu de mejora constante.

Su padre, Alfred, ejerce como compositor de sardanes. Probablemente de esa raíz ha usurpado la inquietud y la pasión que siente por la música tradicional. «La música popular forma parte de mí desde muy pequeña. Genera arraigo y debe tener un papel importante en nuestras vidas», reconoce.

Anna ha indagado en varios registros, como por ejemplo el de la composición, a la que recurrió con apenas 15 años. Creó su primer musical y ya dejó entrever otro rasgo afectivo; el de la música para bandas sonoras.

El canto

Angie Rodríguez, a la que considera su mentora, y Anna Luna han pulido la dulce voz de Anna d’Ivori. Con ellas ha trabajado la perfección de su canto, incluso todavía acude a estas dos expertas para detallar esa mejora vocal.

La tarraconense ha encaminado su carrera hacia la música pop de autor. En ese ecosistema se siente cómoda y ya ha disfrutado de escenarios de postín que han escuchado su directo.

Anna d’Ivori acaba de finalizar la gira de su segundo disco de estudio ‘Ales de paper’

Una experiencia de Erasmus en Alemania le generó satisfacciones y papeles insospechados gracias a su compañero de piso. Éste la había oído cantar a menudo y quedó tan fascinado que la apuntó a los castings de la versión alemana del programa La Voz. «Me lo dijo el día antes de la prueba y me tuve que presentar», recuerda sonriente. No le fue nada mal, consiguió alcanzar la final de esos ensayos que habían contado con más de 100 aspirantes.

En 2017 vio la luz el primer disco de Anna d’Ivori. Rere el Vidre completó ese proyecto inaugural, con sensaciones agridulces. «Yo no estaba acostumbrada a exponerme tanto y me costó. Se me hizo un poco raro todo el proceso. Ahora, con más experiencia, lo disfruto mucho mejor», asegura.

Un vídeo que su madre grabó mientras interpretaba un tema de Manu Guix se hizo viral hasta el punto que el mismo artista lo vio y quedó tan impactado que la invitó a compartir escenario con él. «En realidad, un amigo me dijo que debía compartir ese vídeo por las redes, con las que tengo una relación amor-odio», rememora.

La ternura vocal y el talento para escribir canciones que exhibe provocaron que el tema Recordar com oblidar recibiera el Premi Carles Sabater en 2017. No solo eso, en Italia le eligieron para poner música, arreglar y producir una poesía de Bartolomeo Smaldone en honor a las víctimas del terremoto de Amatrice en 2016. La creación se presentó en el Teatro de Rieti en junio de 2018.

Marcas como Women’s Secret también han declarado su admiración a la capacidad artística de Anna d’Ivori. No en vano, la cantante y compositora puso la voz a la campaña de Navidad Kismass, que protagonizó Elsa Pataki. «La conocí y me pareció una persona encantadora», afirma.

El segundo trabajo

En 2021, Anna presentó su segundo álbum de estudio Ales de Paper, con el que acaba de poner fin a la última gira. El trabajo culminó la madurez y la sensibilidad de la cantautora. Grabado en el estudio la Vall y producido por Marc Martín y todo su equipo, plasmó, en diez canciones, las vivencias de la artista en clave esperanzadora.

Ales de paper contó con dos colaboraciones de calado. Por un lado, la de la sección de cuerdas de la Universitat Rovira i Virgili, dirigida por Miquel Massana y, por otro, la del coro vocal In Crescendo en la canción Tots.

Durante la última gira, la artista enseñó la capacidad de adaptar sus shows a los espacios que la requirieron. En concreto, en los formatos en solitario, a dúo, con cuarteto de cuerdas, con banda, con banda más cuarteto, con el coro In Crescendo o con la Orquesta de la Universitat Rovira i Virgili.

Después de este último viaje, Anna d’Ivori ya piensa en su tercer disco bajo esa sensibilidad que desprende por el pop de autor.

Comentarios
Multimedia Diari