El estatuto del artista, ¿un rayo de luz?

Gremio. Profesionales del territorio valoran las medidas incluidas en el Real Decreto tras años de reivindicaciones

22 enero 2023 11:24 | Actualizado a 22 enero 2023 11:46
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Bajo el epígrafe Real Decreto-ley 1/2023 de medidas urgentes en materia de incentivos a la contratación laboral y mejora de la protección social de las personas artistas, el pasado 11 de enero se publicó en el BOE un conjunto de medidas llamadas a acabar con la precariedad del sector cultural, después de años de reivindicaciones, y que tienen el potencial de alcanzar a 70.000 afiliados encuadrados actualmente como artistas tanto en el Régimen General como en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos.

En esta línea, el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, ponía el acento, hace unos días, ante los responsables de los colectivos de personas dedicadas a las actividades artísticas, en que los avances en el marco del Estatuto del Artista han venido para quedarse y para ampliar derechos: «El trabajo no ha acabado, seguimos con la creación de dos grupos de trabajo específicos». Según explicó Iceta, «la cultura no es un sector privilegiado, hay que romper estereotipos. Si esta sociedad quiere seguir progresando, hemos de hacer posible que creadores, creadoras y técnicos culturales puedan vivir dignamente de su profesión».

«El reconocimiento de la intermitencia del ejercicio de la profesión es un gran avance», Àlvar Calvet, Artista

Así, en la nueva norma se adecuan las condiciones de acceso a la prestación por desempleo a las necesidades del colectivo de artistas y de técnicos y técnicas del sector, además de flexibilizar la compatibilidad con las percepciones por derechos de imagen o de propiedad intelectual y con la jubilación, y se refuerzan las ayudas a las personas autónomas, especialmente las que cuentan con ingresos más modestos.

A continuación, diferentes profesionales del sector cultural del territorio valoran el arreglo de las medidas. Una de ellas establece una prestación contributiva que cotiza a jubilación, a la que se accede con 60 días de trabajo efectivo en un periodo de 18 meses, o de 180 días cotizados en el periodo de 6 años, con una cuantía de entre el 80 y el 100% del IPREM y con una duración de 120 días de prestación.

«Por primera vez, se ha arrojado algo de luz a un agujero negro que es el sector cultural», Francesc Cerro-Ferran, Dramaturgo

«El reconocimiento de la intermitencia del ejercicio de la profesión es un gran avance, ya que el sector cultural, por norma general en este país, destaca por la precariedad, lo que dificulta poder vivir de la cultura y el arte», afirma el artista Àlvar Calvet.

En esta línea, el dramaturgo Francesc Cerro-Ferran afirma que «por primera vez, se ha arrojado algo de luz a un agujero negro que es el sector cultural, aunque todavía estamos muy lejos de lo que debería ser para estar a la altura de otros países -como los nórdicos- en los que se considera la cultura un pilar fundamental del sector laboral y estructural de la sociedad».

Velar por proteger la cultura
Un aspecto en el que coinciden los profesionales del territorio es la necesidad de proteger la cultura, ya que de lo contrario, «quien pierde es la sociedad que necesita el mundo del arte y la creatividad para ser más rica», afirma Àlvar Calvet, quien destaca que «el arte es transversal, es decir, afecta la mirada hacia el mundo, por lo que el Estado debería proteger y fomentar este patrimonio vivo». En esta misma línea, Francesc Cerro-Ferran hace un llamamiento para que «el trabajo de quienes nos dedicamos a la cultura esté más reconocido profesionalmente, igual que quien se dedica a la enseñanza, porque una sociedad sin educación y sin cultura no puede aspirar a nada». Por último, con la mirada puesta en el futuro, el dramaturgo interpela a «crear en el mundo del teatro y a iniciativa del sector público, compañías residentes para ofrecer una mayor estabilidad laboral, huyendo de la temporalidad absoluta de muchos proyectos».

Por su parte, el actor y gestor cultural, Joan Negrié, opina que «estas medidas son cuestiones que llevamos reclamando desde hace tiempo, puesto que el sector artístico y cultural necesita que haya un marco legal que garantice las condiciones necesarias para el desarrollo de la actividad artística».

«Estas medidas son cuestiones que llevamos reclamando desde hace tiempo», Joan Negrié, Actor y gestor cultural

En esta misma línea, la actriz María Bravo asegura que «estamos contentos de que realmente esté en el centro del discurso político una reivindicación histórica como es el reconocimiento de la intermitencia de nuestro sector. Ahora, queda por ver como todo ello se lleva al terreno práctico, es decir, como se hacen efectivas todas las medidas».

«En otros países centroeuropeos, a los artistas se les considera personas espiritualmente mucho más formadas y que ofrecen un bien a la sociedad», María Parra, Compositora y pianista

Por su parte, el director de la Escola de Teatre i Circ de Amposta, Jordi Príncep, subraya que el Real Decreto-ley «supone un avance importante, puesto que actualiza al siglo XXI algunas de las cuestiones fundamentales en cuanto a legislación laboral y derechos sociales de los trabajadores y trabajadoras del ámbito de la cultura».

$!Entre las medidas, se extiende la compatibilidad del 100% de la pensión de jubilación con la actividad artística. Foto: Getty Images

«Queda por ver como se hacen efectivas todas las medidas», María Bravo, Actriz

Asimismo, apunta que todavía hay flecos pendientes de cara al futuro. «Entre los retos, se incluyen consolidar los circuitos de exhibición y de producción, lo que garantizaría una mayor estabilidad profesional; crear nuevos públicos y fomentar el acceso a la oferta cultural; apostar por la formación continua, y en el caso concreto del teatro y del circo apostar por la internacionalización y la transferencia de propuestas hacia dentro y hacia afuera para enriquecer el panorama escénico a nivel internacional». Así, en opinión del artista Sergi Quiñonero todos los pasos que se den de ahora en adelante «deben contribuir a que la situación de los artistas mejore, ya que en los últimos años hay una mayor conciencia de que la figura del artista debe estar remunerada y dignificarse».

«En Holanda un autónomo, del epígrafe que sea, paga cada mes según los ingresos que tiene», Carol van Waart, Creadora visual

Autónomos

Para los artistas autónomos de bajos ingresos (iguales o inferiores a 3.000 euros anuales), la norma incorpora una cotización reducida: en 2023 se fija una base de cotización para ellos de 526,14 euros, que supone una cuota mensual de 161 euros. La base se irá actualizando en años siguientes. Además, en atención a la irregularidad de muchas de las actividades de este colectivo (y, por tanto, de los ingresos que generan) se abre la posibilidad a solicitud del interesado de que el plazo de ingreso de las cuotas sea trimestral, en vez de mensual.

«Se actualizan al siglo XXI algunas de las cuestiones fundamentales en cuanto a legislación laboral y derechos sociales», Jordi Príncep, Director de la Escola de Teatre i Circ d’Amposta

Una medida que no contenta a la creadora visual Carol van Waart. «La primera impresión es que es un documento poco trabajado, por lo que creo que falta asesoramiento por parte de los profesionales del sector», afirma y añade que «estamos lejos de países como Holanda donde un autónomo, del epígrafe que sea, paga cada mes según los ingresos que tiene».

«Hay una mayor conciencia de que la figura del artista debe estar remunerada y dignificarse», Sergi Quiñonero

Por su parte, la compositora y pianista María Parra también lamenta que «en otros países centroeuropeos, a los artistas se les considera personas espiritualmente mucho más formadas y que ofrecen un bien a la sociedad», y añade que «cuando la gente paga una entrada sabe que contribuye a que los músicos y artistas puedan sustentar su talento». Así, asegura que «el problema es que lo artístico siempre se ha visto cómo vender humo, cuando la verdad es que detrás hay muchas horas de formación y de dedicación».

Jubilación

En este sentido, otra de las medidas que ampara el Real Decreto-ley es que se extiende la compatibilidad del 100% de la pensión de jubilación con la actividad artística, también para las clases pasivas. Hasta ahora, esa compatibilidad solo alcanzaba a actividades que generaban derechos de propiedad intelectual; a partir de la entrada en vigor de la norma, también se aplicará a actividades conexas (por ejemplo, una conferencia asociada a la presentación de un libro, y no solo a los derechos de propiedad de la obra).

«La experiencia no tiene edad y es transformadora para la sociedad», Xavier Vaqué, fotógrafo y artista visual

Al respecto, el fotógrafo y artista visual Xavier Vaqué recuerda que «quienes nos dedicamos al sector cultural somos un colectivo indispensable para la sociedad y para la creación de contenidos que mejoren la capacidad social, de comprensión y de cohesión». Así, rememora que «a diferencia de las sociedades antiguas, cuando las personas mayores aportaban su conocimiento a la sociedad, ahora es totalmente lo contrario, se valora la juventud, el talento y el dominio de la tecnología, frente a toda una vida de experiencia». Por ello, concluye que «es evidente que con 65 años una persona del ámbito artístico tiene la capacidad para seguir aportando a la sociedad su conocimiento, ya que la experiencia no tiene edad y es transformadora para la sociedad».

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