Fallece la actriz Gina Lollobrigida

La estrella italiana tenía 95 años

16 enero 2023 18:04 | Actualizado a 16 enero 2023 18:13
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La actriz italiana Gina Lollobrigida, una de las grandes estrellas de la historia del cine, falleció hoy con 95 años de edad en su casa de Roma, según avanzan los medios locales.

«La Bersagliera nos ha dejado. Con profundo dolor dan el triste anuncio su hijo, Milko, y su nieto Dimitri. La familia pide en este momento de gran dolor, por parte de los medios, el máximo respeto», reza una nota de la familia publicada por los medios italianos.

Lollobrigida, musa indiscutible de la cinematografía italiana y última diva de los Años de Oro, fue ingresada en septiembre en un clínica de Roma tras sufrir una fractura de fémur, por una caída doméstica, aunque recibió el alta.

Incansable como era, la actriz y artista se había incluso presentado a las elecciones generales del 25 de septiembre por la lista «Italia soberana y popular» con el Partido Comunista.

Lollobrigida nació en Subiaco el 4 de julio de 1927 y, tras la guerra, en su juventud, se mudó a la cercana capital italiana, Roma, donde empezó a estudiar.

Está considerada una de las grandes actrices del cine italiano, desde sus inicios en 1946 en Aquila neta de Riccardo Freda hasta trabajar con algunos de los directores más renombrados, como Pietro Germi, Mario Monicelli, Vittorio De Sica o Mario Soldati.

Su fama ascendió enormemente en las décadas de los cincuenta y de los sesenta, también por su papel en el ciclo Pane, amore e... de Luigi Comencini.

En aquellos años, la «Lollo» se dividía entre los estudios de Cinecittà de Roma y Hollywood, con trabajos inolvidables como Beat the Devil (La burla del diablo, 1953) con Humphrey Bogart, o Trapeze (1956) con Tony Curtis y Burt Lancaster.

Era La donna più bella del mondo, como recitaba aquella película de 1955 de Robert Z. Leonard, pero también la reina de Saba en el filme Salomon and Sheba de King Vidor con Yul Brynner, que tuvo que sustituir a Tyrone Power, muerto durante el rodaje.

Su vida personal y amorosa fue agitada. En 1949 se casó con el médico esloveno Milko Skofic, conquien tuvo un hijo, Milko.

En 2010 se casó en secreto con el empresario español Javier Rigau, treinta años menos.

Posteriormente la diva aseguró haberse casado mediante engaños y, tras un proceso judicial en el que Rigau fue absuelto, consiguió la nulidad matrimonial por parte del Vaticano.

Sus últimos años los ha pasado en su imponente villa en la Apia Antica de Roma acompañado por algún asistente, entre estos el joven Andrea Piazzola, de 35 años, acusado de expoliar su inmenso patrimonio.

Precisamente Piazzola ha sido llevado a los tribunales por los familiares de Gina, que obtuvieron la protección judicial de sus bienes.

Un siglo da para mucho

Un siglo da para mucho y más si eres Gina Lollobrigida. La mítica actriz italiana, fallecida hoy con 95 años, tuvo una vida de película, empedrada por joyas y glamour, pero culminada por un sainete sentimental que empañó sus últimos días.

Lollobrigida es una musa indiscutible del nutrido panteón de la cinematografía italiana, coronada como icono de la belleza mediterránea y pero profundamente marcada a lo largo de su vida por el amor, el desamor y, por supuesto, los pleitos.

Luigina Lollobrigida nació en Subiaco (centro) el 4 de julio de 1927 en el seno de una familia acomodada que perdió su patrimonio en la Segunda Guerra Mundial y en 1947, con 20 años, se mudó a la cercana Roma, donde comenzó a estudiar Bellas Artes.

Según explica en su biografía, ella era la «privilegiada» en una familia de «refugiados» que malvivía en una adusta habitación y comía «lo poco que lograba recoger».

El trampolín al mundo del espectáculo se produjo a su llegada a la ciudad, cuando acabó en el escenario del certamen «Miss Roma», en el que quedó segunda, y posteriormente fue invitada a la final de «Miss Italia», en la que finalmente triunfó Lucía Bosé.

Poco a poco la joven logró entrar en los estudios romanos de Cinecittà, interpretando pequeños papeles, y tres años más tarde recibió una oferta del millonario productor Howard Huges por la que tomó un avión para volar a aquel Hollywood efervescente.

Sin embargo, tardó poco en arrepentirse, al darse cuenta de que solo podría trabajar en producciones de su mecenas, y fue entonces cuando decidió regresar a su Roma para iniciar una carrera que la consagraría como una de las actrices más aplaudidas en Europa.

Bandera de la italianidad

Sus primeros éxitos llegaron a las órdenes de Luigi Zampa, con cintas como Campane a martello (1949). En 1952 protagonizó junto al divo francés Gérard Philipe Fanfán La Tulipe, del realizador francés Christian-Jaque, una película premiada en Cannes y en Berlín, lo que le dio gran visibilidad en el continente.

Fue el comienzo de una trayectoria en la que, con su mirada profunda y su exuberante busto, interpretó más de 60 cintas, además de otras tantas piezas teatrales o papeles en series televisivas.

Todos los directores de los años 1950 la querían, pero fue Luigi Comencini quién la impulsó a su máximo esplendor en Pane, amore e fantasia (1953), con la que ganó su primer premio, el Nastro d’Argento, gracias a un recordado papel junto a Vittorio de Sica.

En aquella época trabajó en grandes producciones internacionales, como Beat the Devil (1953), con Humphrey Bogart; Trapeze (1956), con Tony Curtis, o Notre-Dame de Paris (1956), junto a un Anthony Quinn jorobado.

Quizá una de sus trabajos más emblemáticos sea la producción de título premonitorio La donna più bella del mondo (1956), junto a Vittorio Gassman, en la que incluso cantó fragmentos de la Tosca de Giacomo Puccini.

Asentada como uno de los grandes iconos de la «italianidad», Lollobrigida fue poco a poco separándose del mundo del cine, en el que conquistó numerosos galardones, a excepción del Óscar.

El desmán como vida privada

De manera paralela, su vida privada siempre estuvo en el candelero: en 1949 se casó con el médico yugoslavo Milko Skofic, con el que tuvo un hijo, Andrea, y del que se divorció en 1971. Y recordada es su relación con el empresario español Javier Rigau, 34 años más joven que ella.

La actriz terminó denunciándole por estafa y falsedad documental por el matrimonio «por poderes» que contrajeron en 2010, aunque el esposo fue finalmente absuelto en marzo de 2017 y anulado también el casamiento por mano del mismísimo papa Francisco.

Aquel año se la pudo ver en el Tribunal de Roma en un aparente buen estado, con su icónico cardado, una capa de un rojo intenso, botas de tacón, sus inseparables gafas de sol y acompañada por dos asistentes.

Gina vivía en una villa de la vía Appia Antica de Roma y cuenta con la ayuda de su asistente Andrea Piazzolla, a quien Rigau y la familia de la estrella han denunciado recientemente, acusándole de manipularla y de dilapidar su fortuna.

Lo cierto es que en los últimos años la estrella, sobre la que pesaban indicios de demencia senil, se vio obligada a subastar su imponente joyero.

Parte importante de su patrimonio, como los muebles de su mansión, acabaron en un depósito custodiado por orden del juez, después de que la familia iniciara su ofensiva contra el manirroto Piazzolla.

El joven de hecho no esconde su elevado nivel de vida y se le ve con frecuencia llegando a los mejores locales de la capital con coches de lujo y todo tipo de ostentaciones.

Italia llora

Diversas autoridades del mundo de la política y de la cultura italianas despidieron este lunes a la mítica actriz Gina Lollobrigida, fallecida hoy a los 95 años, recordándola como una auténtica protagonista en la historia de «medio siglo de cine».

La actriz Sophia Loren, otro de los grandes iconos italianos, de 88 años, dijo estar «profundamente conmocionada y entristecida», en una declaración a los medios tras la muerte de Lollobrigida con la que tradicionalmente fue comparada a lo largo de su carrera.

Por su parte, el ministro de Cultura, Gennaro Sangiuliano, escribió: «Adiós a una diva de la gran pantalla, protagonista de más de medio siglo de historia del cine italiano. Su encanto permanecerá eterno».

La subsecretaria de Estado italiana de Cultura, Lucia Borgonzoni, avanzó que se creará un premio con su nombre.

«El fallecimiento de Gina Lollobrigida deja un vacío insalvable. Nos hemos puesto inmediatamente manos a la obra para rendir homenaje a un artista extraordinaria, querida y apreciada en todo el mundo. El Ministerio de Cultura creará un premio en su memoria», señaló.

El pésame también llegó desde el entrono del emblemático festival de Sanremo, que empezará este febrero. Su director artístico Amadeus la elogió como un «monumento del cine italiano».

Pocos minutos después de conocerse el fallecimiento, diputados de varios de los principales partidos políticos italianos comenzaron a recordar la larga carrera de la actriz.

El ministro de Agricultura y pariente lejano de la actriz, Francesco Lollobrigida, la recordó como «una de las estrellas más brillantes de la cinematografía y la cultura italiana».

«Con ella se va el recuerdo de una Italia maravillosa, que lucha por crecer tras los desastres de la guerra. Gina Lollobrigida representó el extraordinario cine de nuestro país en el mundo», el viceministro de Infraestructuras y miembro, Edoardo Rixi, de la ultraderechista Liga.

El embajador de Alemania en Italia, Viktor Elbling, destacó la importancia de Lollobrigida también en ese país.

«Lloramos a Gina Lollobrigida, muy conocida y querida también en Alemania. Con la inolvidable Lollo se ha ido un pedazo de la gran historia del cine italiano, europeo y mundial», indicó.

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