«Tanto a mi padre como a mi madre, Antoni Quinteiro y Pepita Giner, les gustaba el arte. Así que de una forma novedosa, en 1973, en plena dictadura, impulsaron la galería con una vocación más allá de lo local». Con estas palabras, Pepa Quinteiro rememora el medio siglo de vida de la Galeria Anquins, que ahora dirige, y cuya trayectoria ha recopilado en un libro -Crònica d’una galeria d’art particular-, escrito por la periodista Tate Cabré y que se presentará el próximo mes de marzo.
La conmemoración ha arrancado con la exposición Cuixart. Natura diversa, comisariada por la doctora en Historia del Arte Raquel Medina. «Queríamos comenzar la celebración con una exposición de nivel y pensamos en Modest Cuixart (1925-2007) porque fue uno de los artistas de mayor proyección que expuso en 1979 en la galería, y repetidamente durante los años ochenta. Si bien, ha sido un artista poco valorado por las instituciones y por la crítica, por lo que queremos reivindicar su figura».
«En 1973, mis padres impulsaron la galería con una vocación más allá de lo local», Pepa Quinteiro, Directora de la Galeria Anquins
De retorno a los orígenes de la galería, la primera exposición que albergó fue Reus-Barcelona en torno a los siglos XIX-XX, que reunió pinturas de artistas como Marià Fortuny y Baldomero Galofre, entre otros. «Aunque culturalmente era un momento gris, la muestra tuvo un gran recibimiento y fue un éxito desde el primer día», explica Pepa Quinteiro.
Desde entonces, cincuenta años de trayectoria dan para mucho. «La primera década sirvió para sentar las bases de muchos proyectos, como por ejemplo el Saló de Maig, que albergaba obras de decenas de artistas del momento, una oportunidad única para admirar su obra. Después, con los años, también se impulsaron concursos de pintura y otras actividades», rememora Pepa Quinteiro.
La siguiente etapa, 1983-1992, significó la consolidación, «a través de artistas figurativos de calidad que exponían de manera regular, a la vez que comenzaron a colaborar nuevos artistas consagrados», relata la actual directora.
Con el fallecimiento de Pepita Giner, en 1992, su hija afronta el relevo frente a la galería. «Gracias a todo el equipo y al apoyo de mi padre, tomo las riendas y comienzo a introducir cambios paulatinos, como colaborar con nuevas generaciones de artistas realistas contemporáneos», explica. Por ello, asegura que «de mi madre heredé la pasión por el mundo del arte y la profesionalidad, es decir, la exigencia de hacer las cosas lo mejor posible, siempre buscando la calidad y con una mentalidad abierta a nuevos lenguajes».
La exposición ‘Cuixart. Natura diversa’ es el primer acto de conmemoración
En cambio, la etapa de eclosión, que oscila entre 2001 y 2007, coincide con la remodelación del espacio de la galería y la apertura de ARTLOFT, dedicado al arte contemporáneo. Entonces, Pepa Quinteiro compagina las exposiciones clásicas en la Galeria Anquins con propuestas más arriesgadas y artistas emergentes en el nuevo espacio.
En cambio, a raíz de la crisis de 2008, la galería atraviesa una etapa complicada, en tanto que «son muchas las dificultades para seguir adelante, por lo que en 2012 decido cerrar el espacio tradicional de Anquins, para fusionar las dos salas en el espacio actual», asegura la directora.
Este es el punto de partida del camino hacia la internacionalización, en tanto que «a partir de 2005, a través de las ferias de arte emprendo un proceso de apertura hacia el exterior». Desde entonces la Galeria Anquins ha estado presente en una setentena de ferias, principalmente por Europa.
«De mi madre heredé la pasión por el arte y la profesionalidad, es decir, la exigencia de hacer las cosas lo mejor posible, siempre buscando la calidad», Pepa Quinteiro, Directora de la Galeria Anquins
Paralelamente, Pepa Quinteiro impulsa la actividad de la galería a través de su página web y otras plataformas especializadas, «lo que me ha permitido exportar obras de arte por todo el mundo». En cuanto a los intereses artísticos, Quinteiro explica que «por un lado, están los grandes coleccionistas que buscan obras de firma y que tengan un valor como inversión, y, por otro lado, el perfil de comprador de Anquins es el de una persona a quien le gusta el arte y quiere reunir una pequeña colección, con obras de artistas que le emocionan y conmueven».
Asimismo, en su medio siglo de vida la Galeria Anquins se ha convertido en el altavoz de «mujeres artistas, poniendo en valor su obra». Por todo ello, Pepa Quinteiro asegura que «hemos aportado nuestro granito de arena como espacio cultural en Reus y hemos abierto nuestras puertas a quienes se han interesado por el arte. Seguro que mis padres estarían orgullosos».
