Hay personas que tienen un aura especial. Única. Que sin querer envuelven el ambiente donde se encuentren de buenas vibraciones. De magia. Isabel de Bellart llevó su aura al terreno de los libros. Por eso creo que era imposible no caer hechizado en su librería.
Para mí, Cambrils y una parte de la literatura, si se me permite decir, se han quedado un poco huérfanas. No he visto una librería más bonita en mi vida. Bien es cierto que me queda mucho por viajar y aprender, pero la librería de Isabel no sólo era bella a los ojos, si no que al ser pequeña, ella podía controlar cada rincón, embelleciéndolo y cuidándolo con un mimo extremo. Y le añadía lo mejor, que era estar pendiente de los clientes y, de forma natural y honesta, entablar una interesante conversación con cada uno. Que empezaba por la literatura, pero podía derivar en miles de temas.
En un mundo que va demasiado de prisa y donde la lectura pasa a un muy segundo plano, Isabel tenía la capacidad de hacerlo todo más especial. Que de repente el mundo se frenase y la vida te diese un respiro, con tan sólo poner un pie en su librería. Eso es savoir fair. De que, te gustase más o menos leer, dar con un libro que fuese perfecto para ti. Eso es ser una persona culta y tener verdadera pasión por los libros, leyendo todo lo que caía en sus manos. Y de que, de forma sincera, te hiciese sentir casi como un amigo, aunque estuviese temporadas sin verte. Eso es tener un don. O muchos.
Una de las veces que fui a perderme en su librería, me regaló un libro. Las personas que me quieren siempre me riñen con cariño por no presentarme profesionalmente. Ese día, surgió sin más en la conversación y ella se alegró mucho que escribiese sobre literatura por la importancia de fomentar la lectura, que precisamente es lo que me ha movido siempre para redactar estas líneas semana tras semana.
Sobre ese libro venía a hablaros... pero más que todo lo que me pude divertir con la lectura con esta nueva suerte de Bridget Jones en Help me!, este libro siempre será especial porque me lo regaló pensando en mí y que de esta manera su historia podría llegar a más gente.
Creo que su mayor lección fue esa: que disfrutásemos leyendo para así leer mucho. Y eso sólo se consigue dándoles una oportunidad a los libros. Y aunque ya no tendremos a Isabel de guía, nos mostró la manera de dar con esos libros especiales: amándolos eternamente a todos. Gracias por tanto, Isabel de Bellart...
Help me!
- Autora: Marianne Power
- Editorial: Grijalbo
- Páginas: 379
