El CB Salou desató el Milà con una victoria más que necesaria ante el Bisbal Bàsquet (80-77) tras una remontada en el último parcial.
Los salouenses arrancaron el partido siendo demasiado pervisivos. La falta de intensidad en defensa hizo que el rival tuviera excesiva facilidad desde los tres puntos.
Estuvieron un tanto erráticos a la hora de filtrar los pases en la zona rival y con dificultades para salir tras encajar puntos.
Los locales se fueron del primer parcial 14-23 abajo.
Barksdale fue clave en el segundo parcial para los salouenses, convirtiéndose en la referencia ofensiva y ganando rechaces a base de bien.
Destacó también Cuéllar, que remolcó a los suyos con sus puntos desde varias zonas.
El dinamismo de Aguilar ofreció soluciones constantes a sus compañeros, estando omnipresente en la pista.
Los salouenses recortaron distancias para irse al descanso cinco puntos abajo pero dejando mejores sensaciones que en el primer parcial.
Perdieron el equilibrio que habían encontrado. Los azules se lanzaron demasiado al ataque y tuvieron muchos problemas para defender tras pérdida.
El Bisbal desmontó a los salouenses a base de contraataques mordaces y muy veloces liderados y rematados por Ventura. El CB Salou, totalmente frustrado en ataque, se enfocó demasiado en intentar sumar de tres a través de Martínez.
Los rivales supieron supieron jugar con su poca paciencia para castigar la mala efectividad de los de casa.
Martínez se puso el mono de trabajo para intentar aligerar el mal trago del tercer parcial. Fue el único que intentaba aportar cosas diferentes y chsipa al ataque. Todo esto siendo tapado constantemente por dos jugadores rivales.
El CB Salou encaró el cuarto parcial trece puntos por detrás y con demasiadas carencias como para sacar el partido adelante. Pero lo hicieron.
Los azules revolucionaron el Milà en el último parcial. Montero y Cuellar se sumaron a la causa para ponerse a cinco puntos y despertar un pabellón gris. Intensidad, solidaridad y exigencia física fueron las claves de la remontada. Los del CB Salou defendieron pegados como lapas a sus marcas en todas las defensas, sin dejar ni respirar al rival.
Los nervios empezaban a pasar factura en las piernas de los rivales y el Salou aprovechó cualquier error en ataque para anotar con ataques letales. Quedó claramente reflejado en los datos.
Barksdale con quince puntos, Bieshaar con diez, Montero con diecisiete y Cuéllar con otros diecisiete. La revolución salouense estuvo ahí. En la gran diversa aportación ofensiva de todo el equipo.
A falta de seis minutos el Salou empató el partido (70-70) y se adelantó. Aunque poco le duró, ya que el Bisbal rápidamente se volvió a poner por delante.
El partido se convirtió en un correcalles y un constante ida y vuelta.
El tramo final de los locales fue prácticamente imposible de repetir. Una demostración de mentalidad y resiliencia ejemplar.
Se convirtieron en una piña tan unida que el Bisbal no consiguió filtrar ni un solo ataque más.
A falta de cuarenta segundos Barksdale puso a los suyos por delante de nuevo con su precisión clínica desde los tiros libres.
El compromiso defensivo y la picardía de Bieshaar para ganar el rechace y provocar falta a favor hizo que el Salou cogiera aire en el marcador.
Así acabó el partido (80-77) y el Milà estalló de alegría por ver a los suyos ganar de nuevo.
Los salouenses venían de tres derrotas muy contundentes en los últimos cuatro partidos.
El conjunto azul no pasaba por su mejor momento tanto de juego como de ánimo y de ahi la gran importancia de esta victoria.
Con el sonido de la bocina aún retumbando en el Milà, el CB Salou celebró una victoria que vale más que dos puntos en la clasificación de Segunda FEB. En un final de infarto tiraron de carácter para remontar y sellar un triunfo vital ante el Bisbal Bàsquet.
Con este resultado encadena dos victorias consecutivas y establece una buena base para seguir construyendo y sumando. Vuelven a mirar arriba para demostrar lo que valen.