El escándalo provocado por los insultos a Vinicius con ocasión del choque liguero del pasado domingo en Mestalla ha desencadenado una ola de protestas sin precedentes en todo el mundo por hechos de este tipo y una respuesta policial inédita en actos relacionados con el racismo y la xenofobia en el deporte.
En dos operaciones prácticamente simultáneas en Valencia y Madrid, los agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron este martes a un total de siete aficionados valencianistas y del Atlético de Madrid tanto por los cánticos racistas en los aledaños de Mestalla y en el interior del estadio contra el delantero madridista como por el ahorcamiento de un muñeco que representaba al jugador brasileño en un puente de Valdebebas, el pasado enero.
El primero de los golpes policiales tuvo lugar a primera hora de ayer en la capital del Turia con el arresto tres hinchas por los insultos racistas al jugador del Real Madrid.
Los detenidos, todos varones de entre 18 y 21 años y seguidores del equipo local, están acusados de un delito de odio y han quedado en libertad provisional. Los agentes no descartan más arrestos en las próximas horas, tanto relacionados con los insultos al delantero del equipo blanco dentro de Mestalla como durante la llegada del Real Madrid al coliseo valencianista. Los agentes siguen analizando tanto las cámaras del estadio como las grabaciones de que disponen los medios de comunicación y las imágenes distribuidas en redes sociales para identificar a más personas.
El lunes, la Fiscalía de Valencia abrió de oficio unas diligencias de investigación este lunes y pidió informes a la Policía Nacional para esclarecer los hechos.
Cuatro meses después
Casi a la vez, la Policía Nacional llevó a cabo otra operación en la capital de España con la detención de cuatro individuos -todos miembros de Frente Atlético y de 19, 21, 23 y 24 años- acusados de haber colgado a modo de ahorcamiento a un muñeco con la camiseta de Vinicius en un puente próximo a la Ciudad Deportiva del club blanco antes de un derbi.
En concreto, el maniquí, por el que se abrió una investigación, apareció el 26 de enero colocado en los alrededores de Valdebebas junto a una pancarta rojiblanca de 16 metros de largo con la leyenda «Madrid odia al Real». Hechos execrables ocurridos hace cuatro meses en la previa del derbi Real Madrid-Atlético de cuartos de final de la Copa del Rey.
Antecedentes por lesiones
Los sospechosos, todos miembros de esa peña radical del Atlético, fueron capturados por la Brigada Provincial de Información, encargada de las investigaciones. Los funcionarios, según explicaron responsables del operativo, centraron desde el inicio sus pesquisas en la adquisición de la muñeca hinchable que los violentos vistieron con la camiseta de Vinicius.
Los agentes lograron recuperar diez huellas dactilares, de las que tres pudieron ser validadas, correspondiendo a otras tantas personas fichadas como ultras colchoneros en diversos partidos de alto riesgo.
Uno de ellos, además, tenía antecedentes por lesiones. De forma paralela, los agentes rastrearon la compra del maniquí sexual en diferentes páginas de 58 sex shops virtuales y en todas las tiendas de Madrid que venden estas muñecas.
Los funcionarios, igualmente, lograron recuperar las imágenes de las cámaras de seguridad de las cercanías del puente de Valdebebas, rastrearon las direcciones IP desde las que se colgaron en redes sociales imágenes del ahorcamiento del muñeco y cotejaron los móviles de los sospechosos con las triangulaciones de las antenas de la zona, hasta confirmar que los cuatro efectivamente estuvieron en el lugar de los hechos.
Los cuatro detenidos están acusados de un delito de odio. Todos ellos están disposición del Juzgado de Instrucción número 38 de Madrid, que ha coordinado la operación junto a la Sección de Ciberodio de la Fiscalía Provincial.
