Reus, Tarragona, Barcelona, El Vendrell... Allá donde haya un aficionado al fútbol marroquí ha salido a la calle esta tarde de martes para celebrar un hito histórico en el balompié de este país norteafricano.
La selección marroquí impuso su juego tosco, fuerte e impenetrable para jugarse a cara o cruz el pase a cuartos del Mundial de Qatar. Y fue Bono, portero del Sevilla, el que se hizo gigante en la portería para parar los tres penaltis que permitieron a su país pasar ronda.
Fue este éxtasis futbolero lo que ha permitido la salida en tromba de la afición a las calles y plazas de las localidades de Tarragona. Banderas, sonido de claxon de los coches y mucho griterío de euforia para celebrar la victoria ante la selección española.
En Reus, una de las ciudades con una gran población de Marruecos, la afición se ha concentrado en la plaza Prim y aunque el General hizo de las suyas en vida, ahora es símbolo de victorias deportivas.
En Tarragona ha sido la Rambla el punto de encuentro, si bien en los barrios de Ponent de la capital ha habido grandes celebraciones e incluso se ha obstruido momentáneamente el paso a los coches por la N-340
