La Pobla no pudo pasar del empate a cero en su último partido como local del año en un encuentro en el que dispuso de ocasiones para adelantarse el marcador, pero en las que les faltó puntería y en las que se encontraron también con la figura de Guillem Castelló.
Pobla y Sants tenían claro el rumbo del partido desde el primer momento. Los primeros querían ser dominadores con el cuero e instalarse en campo contrario mediante su circuito de pases. El Sants, consciente de las intenciones del rival, compareció bien juntito y replegado. Iba a ser un partido de masticar y masticar para un filial grana que ya comprobaba que para desconectar ese muro iba a tener que hacer un ejercicio de paciencia o bien de tirar de una genialidad en los primeros minutos. Casi lo hace uno de sus jugadores referencia como es Nil Garrido que con un disparo de largo distancia colocó el cuero muy cerca del palo corto del exportero del filial grana, Guillem. Salió rozando el palo, pero no entró. En todo caso, el aviso estaba dado.
Con el paso de los minutos el dominio poblense se fue acrecentando, pero sin generar riesgo en metros finales. Solo Santi Guzmán generaba algo de alboroto con sus internadas por banda izquierda, pero terminaban siendo frenadas por el gran entramado defensivo planteado por los visitantes.
Casi se va con un premio mayor al descanso el Sants, ya que en el 39’ vio como le anulaban un gol por mano que había metido el susto en el cuerpo al filial grana. Tras otro aviso de la Pobla desde la frontal como reacción, el encuentro se marchaba al descanso sin goles y con todo por decidir.
Nada más comenzar la segunda mitad, la Pobla avisó con un remata de cabeza de Fer Torre que Guillem Castelló atrapaba. Un inicio positivo para el filial grana. Solo cinco minutos después tuvo Santi Guzmán otra ocasión con una volea que se marchó lejos del palo largo. Con los minutos pasando, el filial siguió buscando el gol, pero no lo encontró.
