No hay medias tintas en Can Nàstic. La Primera RFEF es a día de hoy una categoría económicamente deficitaria que obliga a salir de ella cuanto antes sea posible. Ese fue el mensaje que quiso lanzar el presidente de la entidad grana, Josep Maria Andreu, en la Junta de Accionista del 2022 celebrada en el Palau Firal de Congressos.
Lo hizo tras anunciar que el presupuesto para la temporada 2022/2023 tendrá unas pérdidas de 1.678.821 euros en un presupuesto total de 4.880.000 euros. Para el máximo dirigente este balance negativo no es un tema individual, sino que afecta al colectivo de los equipos: «Es obligatorio que la RFEF marque el control económico de la categoría o el futuro será muy complicado para todos. La temporada pasada las pérdidas globales fueron de 40 millones de euros». A lo que añadió: «Estamos por encima de nuestras posibilidades presupuestarias. Hay jugadores que ganan más en Primera RFEF que en Segunda División y esto hace que esta categoría sea inviable. Pero si quieres subir de categoría tienes que hacer una apuesta por encima de tus posibilidades y la apuesta del Nàstic es clara».
Estas pérdidas vienen marcadamente principalmente por lo deportivo. Solo en gastos para el primer equipo se destinarán más de 3 millones de euros, mientras que 500.000 euros irán para el fútbol base. El resto del presupuesto irá a parar al área de instalaciones (538.000 euros), al área de negocios (476.000 euros) y al área financiera (319.000 euros). En lo no deportivo se destinará 1.332.000 euros. Es decir, de cada 100 euros, 27 de ellos serán para la estructura no deportiva de la SAD.
A nivel de ingresos, el Nàstic tiene previsto ingresar 235.000 euros que vendrán de los derechos televisivos, aunque la mayor partida a nivel de facturar se tiene previsto conseguir en el apartado comercial y publicidad en el que la partida es superior al millón de euros.
Esta situación tan complicada a nivel económico ha provocado que el Consejo de Administración haya tenido que acudir al rescate, tal y como quiso anunciar Josep Maria Andreu: «Las pérdidas van a ser soportadas por el Consejo de Administración mediante préstamos que luego se convertirán en capital social».
Precisamente el capital social de la entidad grana se ha situado en los 6.930.000 euros que pertenecen en un 70% al Consejo de Administración, en un 16% a los pequeños accionistas y en un 14% al Ayuntamiento de Tarragona.
Como curiosidad, Fredrik Wester, que el año pasado fue nombrado miembro del Consejo de Administración pero no asistió a la Junta, sí que compareció en este ejercicio y lo hizo situado al lado del presidente del Nàstic en una estampa que deja claro que su peso económico y personal en la entidad tarraconense va a más. Un Consejo que, por cierto, fue renovado tras la aprobación de manera unánime por los accionistas asistentes y que votaron a favor, aunque, eso sí, pierde la figura de Jordi Virgili, que se marcha de momento por incompatibilidad laboral.
La Ciudad Deportiva no avanza
Otro de los temas candentes de la Junta fue la construcción de la Ciudad Deportiva, que parece estar otra vez en un proceso de stand by que desquicia al Nàstic y que Josep Maria Andreu quiso evidenciar con unas palabras dirigidas al Ayuntamiento. Enfrente estaba Pau Ricomà, alcalde de Tarragona, que recibió el homenaje por sus 50 años de socio, pero también tuvo que escuchar en primera persona el firme mensaje del presidente: «Tenemos todo preparado para empezar las obras, pero no podemos comenzarlo porque no avanza el PMU34 y no disponemos todavía del permiso de obra. Hay que resolver esto. En los próximos días habrá que paralizar las obras y eso afectará al número de equipos de fútbol base la próxima temporada, ya que no habrá instalaciones suficientes para todos ellos».
