Toca asumir que este año va a ser tremendamente complicado evitar que el FC Barcelona recupere su reinado en la OK Liga. El conjunto azulgrana anda con los ojos inyectados en sangre porque la temporada pasada perdió su legado de campeón con el regreso de los play off por el título y este año no admite que se repita la historia. Su inicio de temporada está siendo sencillamente arrollador. Por si quedaban dudas ayer volvió a dar otro golpe sobre la mesa. Visitó el Joan Ortoll y descompuso por completo al segundo clasificado, el Calafell. Los de Ferran López llegaban tras conquistar el Palacio de Riazor, pero rápidamente entendieron que los culés este año son de otro mundo. Y eso que el Calafell salió agresivo y sin nada que temer. Las dos faltas en los primeros minutos eran un claro reflejo de ello. Sin embargo, el talento azulgrana no tardó en brotar. Así son ellos, comparecen con manguera en el infierno y lo terminan convirtiendo en un balneario. Pau Bargalló completó una primera mitad para el recuerdo. Él solito se encargó de merendarse a uno de los equipos más sólidos de todo el campeonato.
Exhibición total
Es un talento único y que si tiene la tarde resulta imparable. No existe sistema defensivo que pueda frenarle. Lo demostró porque metió cuatro goles consecutivos. Cuatro dianas de una tacada. Era el duelo goleador entre Joao Rodrigues y Martí Casas, pero decidió él autoinvitarse a la fiesta para terminar siendo el rey de ella. Exhibición sin parangón la suya.
Tan fuerte golpeó que el Barça se marchó al descanso con una renta de 0-4 que le daba ya el partido. Había visitado la pista del segundo y apenas había necesitado 15 minutos para conquistarla. Así de sueltos caminan por la OK Liga.
En la segunda mitad tampoco hubo color porque el Barça volvió a inundar la pista de buen juego y goles.
Apenas bajó el pistón y logró otros tres goles que sellaron la goleada. Joao Rodrigues, Ignacio Alabart y Marc Grau completaron la obra maestra azulgrana en Calafell. El líder es invencible.
